mēre

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"No soy solo yo, estamos juntas en esto."

Dioses, a Lyanna si que le dolían los pies, como si en vez de botas trajera zapatos con agujas

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Dioses, a Lyanna si que le dolían los pies, como si en vez de botas trajera zapatos con agujas. Su estomago había crecido inmensamente, ya no era el pequeño bulto, habían pasado 52 días después del Praimfaya, y su estomago había crecido considerablemente, apenas se podía ver los pies.

—Clarke tu también tienes que comer...

—El bebe va primero, anda come—la ánimo Clarke con una pequeña sonrisa, dándole lo ultimo de comida que tenían—. Yo iré a buscar, quédate en el auto.

Quédate en el auto

Esas palabras las escuchaba Lyanna todos los días, cada vez que exploraban una que otra ruina en busca de agua y comida, Clarke era la que desenterraba cosas, la que movía las piedras buscando suplementos. Lyanna había querido ayudar pero Clarke se lo había prohibido; todo era por el bebé.

No había mucho que buscar, cuando ambas se despertaron de su inconsciencia y se dieron cuenta que una como la otra estaban vivas se habían quedado las dos llorando, abrazándose la una a la otra por horas. Clarke con la ola de radiación había quedado mas dañada que Lyanna, ya que esta tenia su inmunidad al fuego además creía que su hijo estaba muerto.

Esto fue hasta el día 12 después de Praimfaya cuando pudo sentir una patada, en ese momento creyó que finalmente se había vuelto loca. Que como decía el dicho, Lyanna no había alcanzado la grandeza, si no que se había vuelto completamente loca. Hizo que Clarke le tocara el estomago y efectivamente el niño pateó de nuevo, su amiga le dijo que también lo había sentido, el niño no estaba muerto.

Ni Praimfaya había podido acabar con la vida de su hijo.

En realidad después del Praimfaya el bebe parecía más sano que nunca.
En ese momento fue cuando ambas lloraron de felicidad abrazándose la una a la otra, sin embargo también tenían que cuidar ahora de otra persona, cuidar mas específicamente de un bebé que necesitaba de cuidados especiales en un mundo que estaba en ruinas.

Lyanna se sentía extremadamente inútil, lo único que quería hacer era ayudar a Clarke, estando embarazada no era mas que una molestia para sobrevivir, pero Clarke le había dicho que nunca volviera a decir eso, que Lyanna y el bebe eran las razones para sobrevivir.

Después de llenarse de las provisiones que quedaban en el laboratorio de Becca, y buscando por uno que otro pueblo que también estaban en ruinas, decidieron ir a Polis, una misión que antes hubiera sido fácil. Lyanna conocía el camino y distintas rutas para llegar a Polis, el problema era que ahora lo que antes era tierra fértil, ahora era solo arena, los ríos se habían secado, por lo que era un territorio nuevo.

Ahora mismo estaban en medio de la nada, Lyanna como siempre en el auto, mientras comía lo poco de carne seca que quedaba esperando a Clarke, mientras se ponía una mano en su abultado estomago.

SHEKHIKHI | The 100 #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora