"OCTAVIA ES LA REINA QUE TIENEN. TU ERES LA REINA QUE NECESITAN"
Lo que debieron ser cinco años, se volvieron seis. Seis años desde que Lyanna había formado su perfecta familia, seis años desde que se había despedido de su antigua familia y el amor...
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—¿Clarke? ¿De verdad estas bien? ¿A-Adonde vamos?—Lyanna preguntó con algo de miedo, Clarke habia ido a explorar por si encontraba mas agua mientras tenían que esperar que los paneles solares del auto tomaran la suficiente energia para poder seguir andando y recorrer en busca de mas suministros. Su amiga había vuelto unas horas después, se veía deshidratada pero saltó al asiento del conductor y comenzó a andar marchar el auto a toda velcoidad, conduciendo a traves de la arena.
—Lyanna, ¿cuales pueblos nos faltan revisar?—Clarke preguntó agitada, tenía una sonrisa enorme, la chica embarazada repasó el plan mental en su cabeza.
—Ah...los unicos pueblos que nos faltan son...Delfikru y....Louwoda kliron kru—ella recordó.
—¿Alguna vez estuviste en el utlimo?—Clarke preguntó dando un peligroso giro.
—Ah si, estuve con todos los clanes, era muy colorido, ¿Clarke adonde me....—pero la pregunta murió en los labios de Lyanna al ver algo que solo creyó era un truco que le estaba haciendo su mente; verde. Todo lo que veía era verde, frente a ella habia un bosque verde y precioso, una enorme mancha verde entre todo lo que era el mundo desertico en el que ella vivía.
Lyanna casi salió de un salto, se arrodilló y enterró su mano en la tierra mojada, en la tierra fertil y rica, justo como el primer día que habia llegado a la tierra. Sin embargo cuando se quiso parar...no pudo.
—Clarke—Lyanna sonrió y luego rió, no recordaba reir tan feliz en tanto tiempo—. No me puedo levantar sola.
Clarke sonrió, el estomago de Lyanna se habia agrandado tanto que en unas semanas, tal vez casi dos meses sería el dia del parto, por lo que no se podía ver ni los pies y Clarke era su enfemrera personal.
Lyanna se sintió tan maravillada como su primer día en la tierra, se aseguró de tocar el aspero tronco de los arboles, la suavidad de las pequeñas hojas verdes de las ramas, pasaron por una pradera llena de flores violetas, al parecer eran lavandas, tan aromáticas que ella recogió un par. Sus ojos se llenaron de lagrimas de tan solo penar que su hijo iba a tener la vida que Lyanna siempre quiso para él; criarse en la Tierra, crecer con el sol en su cara, de macharse en la tierra de jugar, de poder nadar y hacer todo lo que su madre no pudo hacer.
Llegaron a un riachuelo, que le recordó a Lyanna cuando Octavia se habia tirado al agua y había sido atacada por una especie de monstruo, todo esto se sentía como un muy extraño deja-vu, aprovechando el agua ambas se bañaron y Lyanna con su conocimiento y flores y plantas, ademas de la lavanda, se lavo su largo cabello platinado, ademas del cabello de su amiga. Lyanna estuvo nadando un buen rato, recordó que Neon le había enseñado a nadar, y como Lyanna le rogaba que no la soltara. Después de un rato Clarke la obligó a ponerse sus ropas de nuevo para que no se enfermara y siguieran su recorrido de lo que era ese hermoso valle. Lyanna siguió por donde la guiaba los coloridos objetos, una vez llegaron ella paso una mano por una señal de madera que tenia el sombolo del clan, ya había estado aqui muchas veces.
