"OCTAVIA ES LA REINA QUE TIENEN. TU ERES LA REINA QUE NECESITAN"
Lo que debieron ser cinco años, se volvieron seis. Seis años desde que Lyanna había formado su perfecta familia, seis años desde que se había despedido de su antigua familia y el amor...
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El sonido de los grillos y de las llamas consumiendo lentamente los troncos de madera era lo único que se escuchaba en la tibia noche, el viento corría un poco trayendo consigo el olor a humedad, pasto y tierra. Ambos estaban tendidos en el suelo, ya todos se habían ido a dormir. Hace seis años.en un tiempo mas sencillo en el que Lyanna solo era una chica tratando de sobrevivir con otros 99 delincuentes, en el que Bellamy los lideraba. Antes de ser esposos, antes de ser novios.
Los dos estaban tendidos en la tierra, Lyanna con su caperuza roja y larga cubriéndola de la tierra mojada. Veían encima de ellos el manto de estrellas que los cubría, ella por falta de educación no sabía que eran verdaderamente las estrellas hasta que Bellamy le había explicado la definición científica, ella solo sabía lo que significaban.
—Esa de ahí— él apunto a una zona en especifico, le estaba enseñando las constelaciones, Bellamy estaba ahí con el pretexto que le servirían si se perdía, pero en el fondo de su alma, su corazón le pedía a gritos otra noche al que admirar y sentir la presencia de Lyanna a su lado, más cálida y brillante que cualquier estrella—. Es la constelación de Orión.
Lyanna trató con todas sus fuerzas, hasta fruncir el ceño pero no podia notarlo.
—No veo nada— ella hizo un puchero, vio a Bellamy—. ¿Como eso es un hombre?
Bellamy sonrió un poco y tomo la mano de Lyanna con la suya y en al aire trazo la figura, uniendo las estrellas con el dedo de la chica.
—Ahí esta con su espada y su escudo.— él apuntó, luego a esas tres estrellas muy juntas—. Ese es el cinturón.
—¿Quién era Orion?— ella preguntó con curiosidad.
—Un cazador. Hay muchas versiones pero dicen que cazo con la misma Artemisa— él le contó.
—¿Y recuérdame para que estamos viendo esto? Finn me va a decir que...
—Para que si te pierdes, encuentres tu camino de vuelta a casa.— él afirmó—. Por lo que se, Finn se puede ir al diablo, no es tu dueño.
—A casa. Un hogar— ella murmuró viendo a su alrededor, girándose hasta que su mirada de nuevo se conecto con la de Bellamy—. ¿Tu tienes un hogar, Bellamy?
"Mi hogar es Octavia, mi hogar ahora también eres tu, y tu estas en mi corazón" Bellamy quiso decir.
—Ahora si—él asintió, viéndola—. Esa de ahí indica el norte...
—¿Crees....crees que soy un poco tonta?— Lyanna lo interrumpió con duda, sus ojos a la pálida luz de la luna se reflejaban grises como dos redondas lunas que lo miraban.
