ﾒ ᴸᴬ ᴺᴵᴱᵀᴬ ᴰᴱᴸ ᴶᴬᴿᴰᴵᴺᴱᴿᴼ-®️

29

Jinsoul pov

Despierto un tanto desorientada, y es que no solo es el malestar que siento en todo mi cuerpo es también la sensación tan rara y diferente por el lugar donde me encuentro que no demoro mucho en sentarme, apenas y con mi visión un poco clara intento ver todo lo que me rodea y cuando reconozco todo salto fuera de la cama a la par que salgo de prisa de esa habitación, siento mi mandíbula temblar y mis manos sudar cuando recuerdo las palabras que ella me dijo cuando era aún una niña en este mismo pasillo.

Cierro mis ojos y me tomo la cabeza, cuando su voz empieza a retumbar en mi cabeza.

Apresuro mi paso por ese largo pasillo, abro mis ojos cuando llego al borde de la escalera y la bajo rápidamente, no me detengo ni siquiera en ver si alguien está aquí o no, y es que es tanto mi apuro en dejar esta casa que de pronto siento un fuerte agarre en mi brazo antes de que yo pueda cruzar la puerta.

Como puedo intento zafarme y saco fuerzas de donde sea, aun descalza trastabillo, pero logro por fin salir de este maldito lugar.

Entre tropiezos logro bajar los pequeños escalones de la entrada encontrándome de bruces con Jessica.

Ella alza sus manos en un intento de detenerme, pero yo solo niego con mi cabeza, sabe que no tengo puesto mi auricular así que rápidamente intenta comunicarse con el lenguaje de señas, pero yo ni le pongo atención, miro a todos lados, veo detrás al señor Jung y a mi abuelo.

.- abuelo...- intento susurrar, leo el movimiento de sus labios pero en vez de quedarme o acercarme a él empiezo a dar pasos hacia atrás cuando él hace el amago de avanzar hacia mí.

Siento como Jess coloca su mano en mi hombro, y me sobre salto

.- no... no...-niego con mi cabeza y sin más y con las fuerzas que me quedan empiezo a correr hasta la casita de árbol, o es lo que intento hacer pero con lo débil que me siento y mi poca estabilidad que tengo me tropiezo varias veces siendo mis rodillas y mis manos mis únicos métodos de amortiguación.

Pero el dolor en ellos es poco o casi nulo a comparación con el dolor devastador que siento en mi corazón y en mi alma al recordar a mis padres.

Llego a la casita de árbol, coloco mi mano en el lector electrónico y espero unos cuantos segundos para el acceso e ingreso.

.- cierre total.- doy la orden del protocolo, las luces de emergencia se activan y noto como poco a poco todo el lugar se cierra a tope.

Y es que alguien muy querido para mi había creado un sistema de seguridad y protección en cualquier caso de emergencia, sobre todo en caso de que volviera a ocurrirme lo que me pasó años atrás.

Es por eso que nadie puede ingresar a, porque no decirlo, mi guarida, nadie excepto Shiro y ella...Jungeun....

Apenas y llego a las escaleras me mareo un tanto, sé que necesito recuperar mis fuerzas y para eso necesito descansar aún más, y para eso, primero necesito quitar de mi todo rastro de polvo y sudor, así que ni bien voy subiendo me voy despojando de todas mis prendas, arrastrando mis pies llego a la bañera y sin más abro el grifo y el agua cae en mi cuerpo.

No sé cuánto es lo que demoro, pero ya mis lágrimas se mezclan con la lluvia artificial, y esa maldita voz retumbando en mi cabeza una y otra vez...

"maldita bastarda"

"pronto acabare contigo también"

"no eres una Jung, y nunca lo serás"

Y es que por tantos años me han perseguido sus palabras, por tantos años he sentido su odio, su ira, su desprecio y su daño... ese daño que no solo les hizo a mis padres sino a mi también.