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Jungeun POV

Es domingo y calculando la luz entrando por la ventana de mi habitación estaría ya por amanecer prontamente.

Suelto un suspiro al abrazar fuertemente mi almohada y es que el sueño se me había quitado desde muy temprano, por el simple hecho de que no podía sacarme de la mente lo que había sucedido el día de ayer.

Hundo mi cara en la almohada y ahogo un grito en ella porque no entendía que es lo que había pasado, ¡Mierda!, yo solo quería remediar las cosas, creo que tal vez no fue muy conveniente que hiciera como si yo no hubiera hecho ni dicho nada, ahora ella ya tiene una imagen de mi muy mala y a la vez también muy superficial al ver como sus facciones y su comportamiento cambió ayer al escuchar cómo es que me había expresado de todo el lugar.

No tengo idea de cómo lo haré, pero tengo que remediar esto, y no sé por qué, pero necesito hacerlo, pero YA.

Me levanto de un solo salto de mi cama, y corro hasta el cuarto de baño.

-

Había esperado por lo menos una hora razonable para poder presentarme en su casa por suerte o por desgracia, mejor dicho, mi padre me retuvo un buen tiempo hablando como siempre todas sus estupideces de que debo conservar la amistad que tengo con Hyung y que, si podía hacer algo más que no desaprovechara la oportunidad, realmente detesto a mi padre cada día más.

ya son cerca de las 10 de la mañana, pero llevo ya más de 20 minutos en una de las esquinas de la calle muy cerca de lujosa mansión con no solo el temor de interrumpir su día libre sino también el temor de que no ser bien recibida.

Dejo pasar un par de minutos más, creo que los que resguardan la entrada ya se dieron cuenta de mi actitud totalmente sospechosa si de un atentado o asalto se tratara, si supieran que solo vengo a ver la pequeña Jung.

.- dios, Jungeun! ¡HAZ ALGO, CARAJO!  - me recrimino, aprieto mis puños fuertemente, lleno de aire mis pulmones lo suficiente y lo exhalo ni bien doy un par de pasos. - No, no puedo...-- bajo mis hombros y también totalmente mi ánimo. - no, no puedo, no puedo... no puedo...-repito una y otra vez. –pero tengo que solucionar esto, ¿no? Claro que sí, voy a ir y si no me recibe pues yo misma me busque aquello, total que más tengo de perder. -y con eso ultimo camino a la entrada, los hombres de seguridad, los cuales ya se habían percatado de mi presencia minutos antes se giran a verme, de solo mirar sus imponentes tamaños y la musculatura debajo de todos esos trajes me vuelvo a poner más nerviosa aún.

.- bue...buenos días?..- es lo primero que digo y si pudiera me daría yo misma todas las cachetadas por sonar así de indecisa.

.- señorita.... ¿Sé le ofrece algo?  - habla uno de ellos seriamente

.- si... yo... busco a Jinsoul.- ni bien me escuchan se miran entre ellos y veo como quieren disimular sus sonrisas.- busco a Jung Jinsoul.- aclaro mi garganta

.- lo lamento pero no puede pasar.- intenta uno

.- por qué no? Soy una compañera de la escuela. -

.- tenemos órdenes estrictas de no dejar pasar ninguna visita para la señorita.-

.- qué?! por qué?.-

.- ordenes

.-ordenes? Pero yo solo vengo a terminar un trabajo que nos dejaron en la escuela. - intento, incluso muestro mi mochila

.- lo lamento, señorita pero no nos comunicaron nada de una visita programada

.- una visita programada? ¿Es en serio?  - inquiero ya un tanto ofuscada, y más me enfada al poder notar las pequeñas sonrisas de estos malditos. -

メ ᴸᴬ ᴺᴵᴱᵀᴬ ᴰᴱᴸ ᴶᴬᴿᴰᴵᴺᴱᴿᴼ-®️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora