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El día de la luna llena de enero, conocida como "wolf moon" o "luna del lobo" (llamado así porque los lobos aullan más en esa noche), había llegado por fin. Era un día especial donde los jóvenes de dieciséis años podían averiguar a qué grupo de magia pertenecían.

No era muy complicado averiguar ésto, después de todo esa luz de la luna lograba reflejar el color del alma en el lago de agua dulce más grande. Aunque claro, todo era un espectáculo, pues los magos de luz sabían de antemano el tipo de magia que tenía cada persona cuando aplicaban un echizo en especial.

La luz verde de un alma representaba magia de curación, la luz azul de otra alma representaba magia elemental, la luz roja representaba magia bestial y si llegaba a salir un alma de luz blanca ésta representaba magia de luz, una la cual últimamente era muy rara y se asimilaba con la religión del pueblo, por lo que si salía siendo un mago de luz no tendría más opción que ser alguien del clero, pero si se negaba podría ser ejecutado inmediatamente.

Justamente cuando el representante religioso estaba traduciendo los resultados, uno de ellos lo dejó perplejo; un alma de luz negra.
No pasó mucho tiempo para que todo el pueblo se enterará de éste fenómeno, un fenómeno que solo podía traer desgracia o al menos esa era la creencia de todos ahí metidos.

— Gen Asagiri.

Una voz imponente se escuchó en la iglesia, haciendo resonar ese ruido ronco y lleno de despreció por las paredes de la estructura, dándole más fuerza al sonido mismo.

— Eres un hechicero de magia oscura, por ello, quedas desterrado de la iglesia— Al notar el rostro confundido de algunos, continúo hablando—. No podrás pedir perdón por tus pecados y por ende el pueblo no tendrá porque tratarte como un igual— Finalizó y sentenció a la vez.

Los murmullos no tardaron en sonar, esos susurros eran para juzgar al sentenciado, quien sin mucho que hacer ante la situación se levantó del suelo para salir del lugar; nunca le había gustado estar ahí, odiaba la religión, por lo que hasta cierto punto le hacían un gran favor con ese castigo.

Habían muchas personas en el pueblo, pero por desgracia o suerte todos eran muy religiosos y sentían que su estilo de vida se lo debían a los dioses de la creación magistral.

Gen Asagiri no creía en esas cosas, detestaba pensar de esa forma, pero no tenía pruebas para decir lo contrario y, aunque las tuviera, no se veía lo suficientemente importante como para quitarles esa esperanza; y menos ahora.

— Eres un fenómeno, te asesinaría si no fuera un pecado—masculló un joven, y después le escupió con un odio incalculable, al menos se limitaba eso, pues ya estaba cansado de darle algunas patadas al delgado cuerpo del bicolor.

— ¿Hechicero de magia oscura? Debí suponerlo, engañabas mucho a tu conveniencia.

Esos comentarios eran molestos y, sin embargo, no le pegaban tanto.

Fue gracias a esa personalidad agradable que tenía el porque no sufrió mucho, siempre buscaba lo mejor de la situación para poder vivir en paz, cada vez se iba esforzando más y más para encontrar una razón para sonreír, aún así, hubieron personas que lo golpearon e insultaron por ser un hechicero de magia oscura, pudo soportar hasta llegar a un límite; el cual lo obligó a irse a un pueblo diferente y carente de un hechicero con magia de luz, porque, necesitaba vivir una mejor vida que ahora.

Necesitaba alejarse de la religión.

*    *    *

• Editado: 03/Mayo/2024.

Un Hechicero de Magia OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora