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— ¡¿Los perdimos?!

— ¡No lo sé Senkuu! ¡¿Quién se fija por detrás cuando lo persiguen?!

Estuvieron corriendo con todas sus fuerzas desde hace unos minutos ¿La razón? Sencillamente la mala suerte del menor y la poca capacidad de ser menos entrometido del mayor.

Después de hacer esas preguntas que dejaron a los pueblerinos helados del miedo, salió a la luz un hombre de musculatura amenazante y con ideas genocidas, pues quería asesinarlos sin piedad, pero se habían salvado de la situación gracias a que el infante le lanzó gas pimienta y así tuvieron tiempo para correr.

— Parece ser que sí los perdimos...

— Eso fue muy inesperado.

— ... Viejo...

— Senkuu.

— ¡¿Por qué demonios te metiste en un problema así?!

Oye, un momento, ¿No fuiste tú quien trató de hablar más? Hice lo que pude.

— ¿De dónde te vino la idea que yo soy un entrometido? Pregunté para sacar información.

Byakuya le miró confundido, se estaba preguntando cómo era que su hijo tenía desarrollado el concepto de entrometido ya que para él era muy similar el "querer sacar información" a un "entrometido" pero ya no quería discutir y, con una sonrisa despreocupada expresó una disculpa. Él debía ser el más maduro de los dos, obviamente.

— No lo pensé bien, pero al menos estamos vivos ¿No?

— Es lo menos, pero ahora tengo curiosidad de lo que están haciendo... Matar a su mago de luz suena descabellado..

Estaba de acuerdo con esa idea, era loco, por lo que al pensarlo un poco más el adulto sintió su sangre helarse—. Un minuto.

— ¿Ahora qué?

— Senkuu, necesito tu buena memoria. Dime cómo dijeron que se llamaba su mago de luz— Por la desesperación que sentía tomo de los hombros a su hijo, mirándolo con demasiada seriedad, cosa que extrañó al menor.

Estás muy serio de golpe ¿Pasa algo?

— Sí, hay algo, ¿Lo recuerdas?

El menor buscó en sus recuerdos, al tener las ideas más ordenadas fue que empezó a hablar—. Se llamaba Lilian, pero no dijeron más de ahí.

— Sonará descabellado, pero tenemos que ayudarla.

— ¿Uh? ¿Qué bicho te a picado ahora, viejo? Hace unos minutos salimos corriendo de ahí y ahora quieres volver.

— Necesito ayudarla, es una vieja amiga, sé que lo entiendes— Miró a su hijo con una particular mirada apagada, entendía que si alguien podía salvarla era su hijo Senkuu; confiaba ciegamente en ello, pero, no podía dejarle todo a un infante. El problema era que no podía simplemente actuar solo, necesitaba al menos la cooperación pasiva del chico.

— ... Ésto va a ser problemático en diez mil billones por ciento...— Empezó a hurgar en su oreja con un rostro que expresaba emoción, era muy diferente a sus palabras, pero en verdad quería ayudar al mayor —Kukuku pero también va a ser emocionante.

¿Eso qué significa?

── Te voy a ayudar como suelo hacerlo.

Eso causó sorpresa en Byakuya, tardó en entender, por lo que al terminar de pensarlo aquel mayor se le lanzó con alegría para abrazarlo, pero el menor pudo esquivarlo en el último segundo; no le gustaban las muestras de afecto.

Byakuya casi terminaba estampado en un árbol, no se imaginó en ningún momento que su hijo rechazaría su abrazo, pero podía vivir con eso.

— Vamos viejo, tampoco es para tanto.

— Tal vez deberías ser menos agresivo con tu padre— Una infante miró de manera atenta a los dos hombres que quedaron estáticos por sus palabras, después, bajó del árbol en el que estaba para hablar de frente con ellos —Soy Kohaku, escuché que quieren ayudar a Lilian ¿Puedo ayudar en algo?

— Senkuu, Byakuya, y sí, nos ayudarías mucho diciendo qué le quieren hacer— El adulto lo miro por unos segundos a su hijo, con la mirada le lanzó un mensaje de que debía tener más cuidado con los datos, después estuvo en silencio, mirando atento la situación.

Uhm— La chica dudó unos segundos de si debía decirles lo que planeaban los de la aldea, pero aceptó el riesgo cuando recordó "es una vieja amiga" —La planean matar... Con un un veneno disfrazado de té, para ser más específica, un té parecido al de los árboles mágicos que rodean nuestra aldea.

— ¿Enserio esa mujer caería en algo tan absurdo?

— ¡No la culpes! Ella está enferma y confía mucho en su gente que dice querer salvarla.

— ¿Sabes qué pueden estar buscando?

— No... Pero dicen que es por el clero

— Creo que yo sé qué es, y es importante hacer algo antes de que la maten.

Los dos menores miraron al adulto que de pronto habló, Kohaku levantó una ceja confundida pero Senkuu solo asintió a sus palabras; luego pediría la explicación de "eso" que su padre parecía saber.

Y así, se pusieron en marcha.

— Éste es el mapa de seguimiento— Les mostró un mapa de dibujos y conceptos con aproximadamente cuatro o seis pasos importantes, con sus respectivos subtemas, pero eran sencillos.

Ah, sabes que no tengo problema con tus planes ¿Pero estaremos bien...?

— ¡¿Eso tenemos que hacer?!

— Estaremos bien, y sí, ese es el plan para hacer, por desgracia o suerte el primer paso depende de tí, Kohaku.

El adulto, cuando escuchó lo de su hijo, entendía que aún no le tenía confianza a la chica, pero aún así, miró preocupado a la menor la cuál tenía los ojos abiertos de par en par, pero después sonrió confiada ante la mirada fría que le dedicaba el chico con apariencia similar a un cebollín. Si alguien lo viera depender de niños, lo mirarían mal.

— Déjamelo a mí Senkuu, tú y tu padre pueden contar con mi lealtad ¡Se los demostraré!

── Descuida, Kohaku, me haré cargo de lo más complicado.

── ¿Estás seguro, viejo?

── Soy el adulto aquí.

Respondió con seguridad el mayor de ahí, ambos niños se sorprendieron, pero entendieron esa confianza que les quería transmitir, por otro lado, Senkuu se cuestionó un poco esa actitud de su padre, sin embargo, no le molestaba el cambio.

*     *     *
Editado: 03/Mayo/2024.

Un Hechicero de Magia OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora