Un Hechicero de Magia Oscura

18

En cuanto el bicolor escuchó una voz externa al del adulto con el que hablaba se quedó en silencio mientras mantenía la postura firme, era extraño, pero aquella voz le dió un vuelco a su corazón ¿Era miedo? O ¿Era la energía mágica que emitía?

Al parecer era la segunda.

La energía mágica que emitía no se notaba en lo absoluto, por eso lo tomó más por sorpresa al no poder predecir que se estaba acercando a la escena, había escuchado rumores de que muy pocas personas lograban aquello y lastimosamente solían ser guerreros mercenarios. Aún con lo que tenía en mente, con calma y una sonrisa suave se giró para mirar al que acababa de llegar, quedó sorprendido por unos segundos al notar tan extravagante chico, tenía los cabellos alborotados, con las puntas verdes y unos ojos teñidos de rojo oscuro e intenso.

— ¡Senkuu! Te estaba buscando, creí que estarías en el pueblo

— Viejo, es claro que estaba buscando a alguien ¿No escuchaste el comunicador?

— Ahora que lo mencionas... No

— Kukuku, siempre te distraes

Gen solamente miraba la escena en silencio, tenía la esperanza de que ese chico fuera el hijo del adulto pues, la edad y confianza que se tenían, daba a terminar en ese punto.

Pero por más que se esforzaba para descubrir el nivel de magia que tenía el chico, no podía notar nada, toda su fuerza mágica estaba perfectamente oculta como si no tuviera fuerza mágica, sin embargo, su apariencia le decía que al menos debía tener unos 16 años ¡Ya debía haber desarrollado su magia! Aún así parecía que estaba muy familiarizado con su fuerza mágica, tanto que a temprana edad podía ocultarla de esa manera ¿O acaso era menor a los 16?

— Que descortés de mi parte. Senkuu, te presento a Gen, es un chico que me ayudó en el río

— ¿En el río?

— Whaaa ¡Me atacó un oso! Me tomó muy desprevenido, así que, salte a la ayuda de un árbol pero después no podía bajar y apareció él para ayudarme

— Vaya, es la primera vez que tienes problemas con ese tipo de cosas viejo...

El bicolor aún se mantenía en silencio, no sabía exactamente cómo intervenir en una plática de padre e hijo, así que, vió prudente esperar a que terminarán de hablar para poder presentarse o algo así.

— Gracias por ayudarlo, sino, me hubiera tenido que encargar yo

— Ah~ no fue nada Senkuu-chan simplemente me pareció oportuno ayudarlo

— Entiendo— No tardó nada en volver su mirada al adulto, al parecer, no tenía ni un poco de interés en saber qué hacía ahí — Viejo ¿Qué haces aquí en la cabaña?

— Traje a Gen acá para poder descansar, es un forastero por la zona

Byakuya podía jurar que los ojos del menor brillaron un instante, presentía que habia dicho algo que le interesaba tanto como para ahora acercarse con una sonrisa amistosa al otro chico, nunca había visto un cambio tan drástico en la personalidad de su hijo. Claramente buscaba algo.

— Así que ¿Eres un forastero?

— Uhm, sí~ hace poco me decidí salir de casa para vivir por mi cuenta, pero parece ser que me acabe perdiendo en el bosque

— Entonces puedo ofrecerte descansar un poco junto a nosotros, para agradecerte lo que hiciste por mi padre

— Oh no, no es necesario, Byakuya-san ya hizo mucho por mí

— Insisto, descansa con nosotros, somos dos personas, así que, hay mucho espacio

— Uhm... Solo una noche ¿Cierto?

— Tienes mi palabra, si solo quieres quedarte una noche aquí yo aceptaré

— Entonces aceptaré con gusto Senkuu-chan

Byakuya estaba sumamente confundido por lo amable que había sido el menor, más por el cambio drástico de personalidad, estaba más que seguro ahora que estaba buscando algo en el bicolor, pero ¿Qué era? Además, no eran solo ellos dos en la cabaña, también estaba Chrome, dudaba que lo hubiera olvidado por completo por lo bien que se llevaban los dos así que tal vez había pasado algo... Cierto, dijo que estaba buscando a alguien por el comunicador... Oh.

Senkuu llevó a Gen para que pudiera descansar en la habitación de Chrome, después, su padre le dió una hoja de papel.

«¿Hago una llamada con Kohaku?»

Al terminar de leer le asintió suavemente y le entregó de vuelta el papel al mayor, miró como éste caminaba tranquilamente hacía el pueblo y sonrió ampliamente.

Había cazado al forastero del que Ryusui le habló y sin tanto alboroto.