Un Hechicero de Magia Oscura

05

Gen bostezo cansado, se había despertado muy temprano para solucionar un problema.

Al parecer unos extraños animales estaban robando porciones de cultivo, muchos decían que lo hacían a plenas horas de la mañana y que siempre habían vivido con ese problema en el pueblo, pero ahora se intensificó la cantidad de ellos, los aldeanos le daban los créditos a los dioses molestos por esa actitud pecadora del pueblo.

Pero él obviamente no creía en eso.

No dijo nada para contradecir a los habitantes del pueblo por educación y respeto, pero quería darle solución pues no era muy lindo que la poca comida con la que contaban fuera robada de esa manera.

Así que en las madrugadas miraba con atención los cultivos, y en los de calabaza fue que ahí los vió; eran mapaches pero gen no los conocía.

No conocía la especie en lo absoluto pero estaba seguro que en algún momento los llegó a ver, se acercó con cuidado y examinó a los animales con detalle. Aunque aún no entendía la manera de ahuyentarlos sentía que existía una manera de lograrlo.

Intento asustarlos con movimientos bruscos pero no funcionó, intento tirar piedras para asustarlos pero eso solo los puso a la defensiva, eran una especie difícil. Y sabiendo eso dejó que amaneciera, haciendo que solo así los mapaches salieran corriendo al bosque, notó eso y sacó una conclusión.

"Ellos le temen a la luz"

No tenía mucho sentido pero tal vez tenía su historia detrás, no quiso pensarlo mucho más y fue con una mujer de edad avanzada para hacerle preguntas al respecto.

— ¿El mago de luz usaba algún hechizo o algo sobre los cultivos?

— No, él tampoco sabía que hacer con esos animales y vivimos con eso por mucho tiempo

— Pero dicen que apenas se intensificó

— Sí, fue raro, pero al parecer cuando el gran mago adoptó a un niño que se la pasaba mucho tiempo en el campo mirando y jugando fue que empezaron a disminuir los ataques

— Eso es extraño

— Mucho, pero nos libró de ésto por siete productivos años aunque, por desgracia, fuimos malagradecidos con él y ahora sufrimos de ésto— La mujer empezó a sollozar, el bicolor se preocupó, así que, le sonrió con seguridad para intentar calmarla.

— Tranquila, encontraré la solución

La mujer le miró unos segundos y asintió con suavidad, después de eso Asagiri salió del lugar con una sonrisa, no entendía muchas cosas pero ahora tenía una idea de dónde ir a buscar.

Examinó los cultivos con detalle y notó unos extraños lazos negros alrededor de ellos, aunque un poco lejos del camino de las personas, no sabía que eran por lo que intento buscar la fuente de éstos. Caminó sin mirar mucho a dónde se dirigía, pues tenía la extraña sensación de que si se distraía esos lazos podrían desaparecer de sus manos.

Llegó a un lago dónde miró un enorme anillo de madera con dientes que se sostenía de una gran base de ese mismo material, era muy raro, se acercó con cuidado por temor a que fuera algo peligroso y debajo encontró unas cajas de cristal con un líquido azul celeste además de algunos pedazos de metal dentro.

Una palanca estaba a su lado y con algo de inseguridad jaló de ella; los lazos negros se transformaron a unos lazos dorados preciosos, con curiosidad tocó ese gran lazo dorado y una fuerte, pero no letal, descarga eléctrica lo atacó sin piedad.

Con miedo se alejó del gran lazo ¿Quién había hecho eso? ¿Acaso fue magia o algo más que eso? Tenía muchas más dudas ahora.