Un Hechicero de Magia Oscura

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- Solo dile mentalista, a nadie le dices por su nombre completo cuando sabes que siempre le vas a hablar

- ¡JAJAJA! Tienes razón Senkuu, tan práctico como siempre

- Solo ve al grano

Aunque Gen escuchó más risas de parte del chico rubio y alto se centró totalmente en el de cabellos raros, se había sorprendido porque le diera ese apodo sin necesidad de que él le pidiera el favor, era raro, además la sensación del momento cambió drásticamente a una más cómoda para su persona.

Sus piernas se calmaron totalmente, la sonrisa dejó de ser forzada y sus hombros se dejaron de tensar ¿Por qué había reaccionado de una manera tan relajada? Solo era un apodo más, una manera de llamarlo, solo era... La manera que él prefería para ser tratado.

- Muy bien, mentalista, entre nosotros tres hemos decidido que te quedes a ayudarnos. Tus habilidades mentales son muy geniales, tienes mucho potencial como mago y tienes más trucos bajo la manga, eres demasiado útil como para dejarte ir así

- Eso es un gran halago, no lo merezco

- De que serás útil no es ningún halago, es algo real en un diez mil millones por ciento

- Lo que Senkuu trata de decir es; que eres bienvenido al grupo

- No, yo jamás quise dec-

- ¡JAJAJA! ¡Vamos afuera para enseñarte el trabajo! Estamos muy atareados últimamente

- Está bien, gracias

El mayor fue arrastrado por los otros dos mientras deseaba que el trabajo del que le hablaban no fuera tan infernal, pero pudo notar vagamente que Senkuu se había quedado mirando el mueble en el que había metido el libro, eso lo puso nervioso y sin quererlo empezó a seguir por su cuenta a los dos chicos emocionados.

Quería evitar a toda costa enfrentarse a una mente que veía a través de su escudo de mentiras.

- ¿Puedo saber sus nombres?

- Ah, claro, nosotros te conocemos pero tú a nosotros no. Soy Ryusui Nanami y él es Chrome

- Lo tengo, Ryusui-chan y Chrome-chan

Los dos mencionados sonrieron ante la forma en la que se refería a ellos, era la primera vez que escuchaban honoríficos de ese estilo y les agradaba aquello.

- A todo ésto ¿Tenemos que seguir haciendo ese segundo teléfono?

- Claro, sabes que lo deseo todo ¡Y otro teléfono suena muy comprometedor!

- Pero si hacer el primero ya fue un dolor de cabeza

- El segundo va a ser menos, ya sabemos lo que debemos hacer y los materiales nos sobran

- Bueno, eso sí es verdad...

Chrome suspiro pero se animó en unos segundos cuando recordó cualquier cosa que lo tuviera animado, Gen se sorprendió por ese cambio tan raro de humor.

- ¡No es lo mío deprimirme! Vamos a hacer ese teléfono bien malote, después vamos a hacer esos famosos chalecos antibalas

- Perdón por molestar pero... ¿De qué hablan?

- Ah, hablamos de unos artefactos bien malotes que detienen las balas de una pistola, se ponen en el pecho pero como la cabeza también puede sufrir daños ¡Haremos cascos! Aunque no sé ni cómo lucen...

- ¿Pistolas? Suena peligroso

- Lo es, pero al parecer el clero a estado ocupado haciéndolas. Están decididos a eliminarnos

- Yo, no entiendo, ¿Cómo pudieron hacer esas pistolas en tan poco tiempo?

- No son muy difíciles de hacer y mucho menos con un genio malvado de su lado

- Además de que hace dos años empezaron a idear los planes, porque llamamos la atención con un plan que tuvimos para salvar a alguien

Chrome suspiró pesadamente ante su propio comentario, Ryusui quedó callado y Gen notó que algo grave debió suceder como para que ellos terminarán siendo un grupo de rebeldes altamente buscados por los integrantes del clero.

¿Qué habían hecho?