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El más joven con mucho esfuerzo pudo ayudar al adulto a bajar de donde estaba, no se había imaginado que un poco de comida fuera tan difícil de obtener, pero ahora que trabajo para tener alimento se sentía mas cómodo de tomar el almuerzo que le ofrecía el adulto.

Se sentaron sobre unas piedras para poder comer tranquilamente y se mantuvieron en silencio durante un tiempo algo largo.

— Soy Byakuya, encantado de conocerte

— Oh, sí, también es un gusto conocerlo Byakuya-san

— ¿Cuál es tu nombre? Se ve que eres forastero, no te preocupes, yo también lo soy

— ¿Mi nombre?~ no soy alguien importante, no creo que sea buena idea...

— ¡No seas malo! Sé que ese sentimiento de inferioridad no es cierto

Gen quedó en silencio al escuchar las palabras que le acababa de decir el adulto, era complicado decir "no" ante lo descubierto que estaba ahora mismo; tenía el ligero presentimiento de que lo estaba leyendo como un libro abierto.

— Tiene razón, en ese caso, mi nombre es Gen Asagiri

— Es un bonito nombre, si no estoy mal informado tiene algo que ver con la primavera

— ¿Enserio? No lo sabía, sinceramente, nunca me dijeron el significado de mi nombre

— ¿Tus padres nunca lo hicieron?

— Soy huérfano— Se expresó suavemente, dibujando una sonrisa calmada pero ligeramente adolorida, ya lo había olvidado, ni sus padres lo quisieron cuando nació— Ah~ pero no debe preocuparse, fue mejor así, no me hubiera gustado ver su rechazo por solo ser un-

— Mago de magia obscura

El bicolor quedó congelado ante la respuesta tan tranquila del adulto, por inercia le giró a ver y él estaba tomando agua de un recipiente, con un semblante calmado ¿Acaso no se daba cuenta de la gravedad? Esas palabras eran su sentencia a muerte ¡Literalmente!

Con miedo y ligeros temblores, que empezaron a apoderarse de su cuerpo, se levantó de su "asiento" y le dedicó una sonrisa lo más calmada que ahora mismo podía lograr.

— Byakuya-san usted es tan divertido, obviamente no es por eso, sino que era "Por ser un forastero"

— ¿Enserio? Entonces fue mi descuido, me apresuré a la conclusión, perdón

— No hay problema, todos nos apresuramos a una respuesta rápida, bien, me tengo que ir pero fue realmente divertido hablar con alguien

— No te vayas, puedo invitarte a quedar en mi casa, de seguro no tienes ni a dónde ir

— Puede ser~ pero no quiero molestarlo más

— ¿Molestarme? ¡Solo mi hijo lo logra! Es tan cruel y tú eres lo contrario a él, vamos, de seguro y se llevan bien entre ustedes dos

— Muchas gracias, pero yo no-

— ¡Eso es un sí! Vamos a casa~

Byakuya fue muy rápido para guardar las cosas que habían usado en esa comida, gracias a su velocidad aún alcanzó a detener al menor con un agarré suave en los hombros, porque sí, Gen se iba a hechar a correr en cuanto el adulto estuviera descuidado. El mayor empezo a andar con calma mientras tarareaba una canción, pero el pobre del bicolor estaba demasiado nervioso intentando llegar a un plan no tan drástico para sacarse de la situación.

Y aunque sonará tonto, le había agradado el peliblanco, era bastante alegré y, a pesar de tener la idea de que él era un mago de magia obscura, era muy amable y servicial... Solo que no entendía cómo podía saber qué tipo de mago era, además de que hace unos minutos lo estaba leyendo como libro abierto ¿Era un experto en mente humana acaso? No tenía cara de serlo, si se lo preguntaban.

A lo lejos notó una cabaña, era pequeña pero muy bonita, con curiosidad miró atentamente el edificio y después giró su vista nuevamente al mayor.

— Hasta ahora lo estoy notando, Byakuya-san ¿Le gustan los aretes?

— ¿Qué? Ohh ¿Lo dices por éste de aquí? No precisamente, es algo que mi hijo me pidió que usará. Es muy útil

— ¿Ah? Eso es raro, pero supongo que son gustos de cada quien

Pero- ¡No es una excusa, enserio lo hago por él!

— Claro, yo entiendo~

Empezó a reír cuando notó que el adverso empezó a lloriquear de manera infantil, trataba de convencerlo de que a él no le gustaban los aretes si no que su hijo le pidió usarlo, claramente no le estaba creyendo pero intentó hacerle ver de la mejor manera que lo hacía; pero fue inútil.

Entre la conversación escuchó unas hojas secas romperse, llamando de inmediato su atención.

Kukuku, diez mil billones de puntos para tí viejo

Un Hechicero de Magia OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora