2| Red Desert | Gally | The Maze Runner

26. The Aris I used to know.

El Aris que conocía.

Los chicos estaban por ahí. No sabía cuántos eran ni si estaban todos, pero le pedía al universo que así fuera. Lo que más me importaba era saber si Minho y Newt estaban bien. El cielo estaba cubierto de nubes, indicador de que en cualquier momento vendría una tormenta. Ojalá no sea tan terrible como la primera, pensaba. Estábamos en el sendero que descendía hacia el valle, bajando lo más rápido que podíamos pero con precaución, cuando mis secuestradores y Thomas lograron quedar considerablemente cerca de mi. Thomas fue el primero en llegar detrás mío. Me regalo una mueca que parecía intentar ser una sonrisa, y seguimos.

Ninguno de los dos parecía superar lo sucedido allí. Intentaba sacarlo de mi cabeza, pero ¿como podría con el flacucho idiota siguiéndonos detrás? Mierda, realmente me había abierto a él. Más aún después de la muerte de Gally. Sentía haberle faltado el respeto a la memoria de mi "capitán" al haber sido tan estúpida y caer por sus mentiras. Pero el sabría que no era mi culpa. 

Y ahora él estaba en mi cabeza. No creo que hayan previsto que las hormonas adolescentes sacarían lo peor de nosotros. Pero si me acorde de él en esa habitación... ¿habrá sido planeado?. Entre mis pensamientos, Thomas me tocó el hombro y me mostró algo en la base de la montaña. Se veían dos grupos de personas. Los que iban detrás eran los Habitantes. Pensé en contarlos, pero era un perdida de tiempo, así que decidí continuar la marcha, pero ahora más tranquila. Lo importante era que estuvieran vivos y llegaran al refugio, después resolvería mis sentimientos.

Después de la tercera curva, Teresa habló a nuestras espaldas. Tuvo una charla con Thomas que ignore por completo, y luego de repente se callaron.

- ¿Por qué dejaron de hablar?- preguntó Aris de improviso.- ¿Qué están parloteando sobre mí en esas cabecitas tontas?

Era increíble: Aris ya no sonaba ni un poco siniestro, ni cínico. Había vuelto a ser el Aris que conocía. ¿"El Aris que conocía"? No tenía la más mínima idea de quien era. Debía dejar de pensar en lo que tuvo que ser para engañarme.

Thomas parecía nervioso y sorprendido.

-No puedo creerlo. Ustedes dos estuvieron...- hizo una pausa larga y cambió por completo su cara.

Yo parecía ser la quinta pata del gato. Estaba sucediendo algo entre ellos tres en lo que yo no entraba.

- Shuck -dijo Thomas finalmente-. No es nada, sigue hablando.

-Está bien.- repuso Teresa-. Hay mucho que explicar, así que de aquí en adelante quédate callado y presta atención. ¿Oíste?

Eso fue mi indicador para seguir. Continué bajando sin interesarme por sus malditas explicaciones. No las quería de ella, pero parecía tener más decencia que otros. Continué el camino con cuidado, y tranquilidad, pero no pareció ayudar cuando casi me caí. Entre en un episodio de ira. Sentía como si todo mi cuerpo latiera. Mi cabeza parecía explotar y mi corazón quería salirse de mi pecho. Todo empeoró cuando sentí una mano en mi hombro. Me levanté con cuidado e intentando calmarme, pero al ver su rostro estalle. Aris me miraba con culpa, pero no me importaba en lo más mínimo. Le hablé a través del pensamiento:

Entonces, ¿alguna vez me quisiste o fue todo parte de tu obra?

¡Sophie claro que te quise!, exclamó con clara frustración. Es más complicado de lo que piensas.

Me di vuelta y continúe bajando: no había tiempo que perder.

Yo me negué. Me negué a participar en esta mierda y tu sin dudarlo me engañaste y me tiraste en esa habitación. ¡No sabes que me podría haber pasado!

Lo siento, Soph.

Volteé a mirarlo. Tenía los ojos aguados, a punto de largarse a llorar. Normalmente diría que me parecía patético, pero yo misma estaba aguantando aquellas ganas.

No te sucedió nada, ellos prometieron que nada les pasaría, lo juro. Agregó.

Me importa muy poco Aris. Para mí eras mi novio, y me traicionaste de la forma más cruel.

Soy tu novio, no lo has-

Acabo de hacerlo Aris. Ahora solo cállate.

☀️☀️☀️

El viento azotaba contra nuestras caras, trayendo tierra en el camino. Ya estábamos en la base y casi no podíamos ver a los dos grupos. Solo veíamos figuras medio borrosas en la lejanía. Habíamos tomado un descanso para comer y beber, pero luego de eso continuamos nuestro rumbo. Hubieron algunas conversaciones en el camino pero casi nada me importaba. La excepción fue que al parecer, donde debía haber un refugio no parecía haber más que tierra y más tierra.

Un rato después, los dos grupos que iban adelante se reunieron en la lejanía. Apuré el paso olvidándome del resto. Ellos habían parado, tenía la oportunidad de llegar cuanto antes y no iba a desperdiciarla. Veía con claridad a Minho, y a Newt. Si no fuera por la tierra que secaba mis ojos juraba que podría llorar de la felicidad. Lo raro es que habían parado en el medio de la nada, pero que me importaba si Minho tenía una sonrisa de suficiencia en su rostro. Sabía que volvía con el rabo entre las piernas, y probablemente no dejaría que lo olvide. El tuvo razón desde el principio. 

Solo me tomó unos minutos hasta llegar a ellos.