Tormenta.
Ya no veía la ciudad. Sabía hacia qué dirección debía dirigirme, pero la visión estaba difícil por el polvo que se elevaba desde el suelo. Seguía aferrada al collar de Gally, y Aris igual. No entendía por que lo hacía, pero no me interesaba. Lo esencial era sobrevivir. Nos agachamos y luego nos corrimos a la derecha. Dos objetos que salieron de la nada volaban hacia nosotros, dispuestos a arrancarnos la cabeza. Después de esquivarlos, nos miramos, sin dejar de correr. Veía la desesperación en sus ojos, y probablemente él veía la mía. No quería que este fuera mi final. Volarme en una tormenta no sería un final muy glorioso. Debía resistir, por mí, por Gally y por todo el resto de las personas a quienes C.R.U.E.L. trata como sujetos.
Seguían volando cosas por ahí. Papeles, latas, telas y hasta alguna que otra rama, eran el tipo de cosas que en cualquier momento terminarían golpeándome la cara. Y así fue, una lata me paso por la mejilla y siguió su camino. No sin antes realizarme un corte, que de no ser por la cantidad de tierra y arena que traía el viento, no ardería como el mismísimo infierno. Había vivido cosas peores, estaría bien. O eso pensaba, hasta que a mitad de camino, comenzamos a escuchar relámpagos. Segundos después, los rayos surgieron de la nada y todo el ambiente se llenó de luces y truenos. Volví a mirar a Aris con miedo de nuevo. Él estaba aún peor. Me acerqué más para poder hablarle a gritos:
- ¡Es mejor soltarnos!, pero no te alejes.
Aris asintió aún lleno de terror y me soltó. Ahora éramos más rápidos y más livianos. No parábamos de correr. No veía nada más que una sombra más oscura, en forma de cuadrado, es decir, la construcción. Veía mis amigos correr con desesperación a mi lado. Después de unos cuantos rayos ya había perdido la audición. Estaba llorando de bronca, de dolor y de tristeza. ¿Y si me quedaba así por siempre?, podría aguantar muchas cosas pero esto no. Necesitaba escuchar. Necesitaba escuchar a la gente de C.R.U.E.L. pedir por misericordia. Necesitaba escucharlos apelar a la humanidad que ellos mismos habían destruido. Pero podría verlos sufrir. Con vengar a Gally, a Nick y a Chuck, de la forma que sea, me bastaba.
Me tropecé. Volví a levantarme. Me encontré con la mirada intranquila de Aris. Intente sonreírle al tiempo que me levantaba. Continue corriendo. No podía rendirme. Así seguimos por un tiempo más. Aris se tropezaba de vez en cuando, pero siempre se recomponía rápido. En un momento, yo giré mi cabeza para ver al castaño, pero él no estaba ahí. Mire mas atras y vi una figura que estaba parada. Me acerqué corriendo y comprobé que era Aris. Cuando llegue a su lado entendí porque paró. Estaba conmocionado y aterrorizado mirando al cuerpo de Winston. Había muerto. Un rayo lo había alcanzado. Tome el rostro del chico entre mis manos y hice que me mirara. El collar seguía todavía conmigo.
- ¡TENEMOS QUE IRNOS!- le grite modulando lo más que podía. No me escuchaba y asumí que el tampoco lo hacía.- ¡Aris!, ¡Vamos!
Lo tomé de la mano y coloque el collar en el medio. Lo jale y él por inercia comenzó a correr conmigo. Lo mire y se veía muerto por dentro. No se si era la impresión o el miedo de que le suceda lo mismo.
¿Y dónde estará la lluvia?, me pregunte. ¿Qué clase de tormenta era ésa?
☀️☀️☀️
Viento. Explosiones de luz. Viento. Polvo asfixiante. Viento. El zumbido en los oídos, dolor. Viento. Corríamos y corríamos. Cada vez estábamos mas cerca, pero cada vez estábamos mas cansados, mas torpes, y mas resignados. Nos habíamos tropezado unas cuantas veces, pero seguíamos corriendo de las manos, con el collar entre ellas. Al menos así era antes de que yo cayera al piso.
Rebote contra la tierra, e inmediatamente me incorpore. Vi a Aris agarrar el collar de la cuerda, y mentalmente le estaba dando mil abrazos, pero luego paso lo peor. Ya se había ido muy lejos. Ya no podía buscarlo. Ni siquiera tuve la oportunidad de intentar agarrarlo. Aquel papel en el que Gally me escribió su carta, ya no estaba. Me desplome en el suelo, sintiéndome rendida. Me habían arrancado lo mas preciado que tenía. Eran las ultimas palabras de Gally. Lo último que tenía de él. Sentía un dolor inmenso y mis mejillas llenarse de lagrimas que eran rápidamente secadas por el viento.
Aris se acercó y se puso a mi altura. Hizo que lo mirara y comenzó a hablarme. No escuchaba nada pero podía leer sus labios.
- ¡Vamos, Sophie! Por favor. Vámonos.
Veía sus ojos llenos de terror y cristalizados. No podía fallarle. Ni a él ni al resto, pero era tan difícil volver a levantarme una y otra vez. Siempre lo volvía a hacer, y esta ocasión no sería excepción. Me levante junto con Aris que me miraba sonriente, y decidimos continuar.
Corrimos hasta que por fin llegamos a la primera construcción de la ciudad. En la oscuridad de la tormenta, la estructura era completamente gris. Bloques gigantescos de piedra, un arco de ladrillos más pequeños, ventanas rotas. Aris fue el primero en alcanzar la puerta de vidrio y no se molestó en abrirla. Como la mayoría de los cristales estaban rotos, golpeó con cuidado los fragmentos restantes usando el codo. Hizo señas a un par de Habitantes para que ingresaran. A continuación, se desvaneció en el interior y yo lo seguí.
- Lo logramos.- me dijo Aris animado.
- Si...
No podía estar contenta de estar a salvo no del me todo. No cuando había perdido algo tan preciado como las ultimas palabras de Gally y había perdido a Winston entre seguro otros habitantes.
- Lo siento por tu papel.- comenzó a hablar apenado.- No sé que es, pero sea lo que sea, nunca podría ser mas importante que tu vida. Lo importante es que estas bien, ¿no?
- Si, eso creo.
Fuimos interrumpidos por una entrada estrepitosa de unos habitantes.
- ¿Newt?- lo llame a ver si ya había llegado.- ¡Newt!
- Acá estoy, acá estoy.
Corrí a abrazarlo en cuanto uno de los rayos ilumino el edificio. Apoye mi cabeza sobre su pecho y lo apreté fuerte. No podía perderlo ahora. Estaba completamente feliz de tenerlo conmigo, de que esté a salvo.
- ¿Y Minho?- pregunté al separarme.
- Le dio un rayo.- dijo Thomas entrando a la conversación.
- ¡Mierda!, ¿que tan mal esta?, ¿donde esta?.
Mi voz detonaba preocupación. Estaba enojada, pero nada de eso importaba. No podría soportar que le pasara algo. No podía perderlo. Newt y Minho siempre fueron mis pilares. No sé si significare lo mismo para ellos, pero para mí son todo.
- Solo creo que esta atontado.- me aseguró Thomas.- Ya mañana se despertará.
- Esta aquí.- dijo Newt tomándome de la mano y llevándome con el.
Otro rayo mas. Ahí lo vi lleno de sangre y de heridas. Cerré mis ojos y forme un puño con mis manos.
- Se ve fatal.- dije con un hilo de voz.
Sentía la garganta doler y mis ojos aguarse. No queria llorar. El iba a estar bien. Tenía que estar bien. No se podía ir cuando mis últimas palabras fueron que se aleje y que me dejara en paz. No quiero que me deje en paz, lo necesito. Me acerqué a él y me agaché. Le toque su mejilla realizando una caricia y me senté a su lado. Mire al resto y todos ya se acomodaban para dormir. Volví mi vista al lugar de donde veníamos y justo comenzó a llover.
Mire al costado y tenía a Aris. Volteo y nuestras miradas se cruzaron. Me sonrió de forma compasiva y comenzó a intentar dormir. Corrí la mirada y unas oraciones de la carta de Gally vinieron a mí.
Solo quiero que sepas, que quiero que seas feliz con quien desees. Por más que desde donde sea que esté querré asesinarlo.
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2| Red Desert | Gally | The Maze Runner
FanfictionEl laberinto fue solo el comienzo. No te relajes... lo peor está por venir. ᴄᴏʀʀᴇ. ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀ. sᴏʙʀᴇᴠɪᴠᴇ. Lo extraño tanto que me siento incompleta. Se llevó parte de mí y mi felicidad. Nunca me había dado cuenta hasta aquel momento en el que se fue...