La dulzura.
Mientras los cuadrados giraban lentamente sobre su eje, el chirrido del metal se volvió ensordecedor. Me tape los oídos y dirigí mi mirada a Minho otra vez. El estaba aterrado, igual que yo. Distribuidas de manera uniforme y formando un círculo completo alrededor de la zona donde ellos se hallaban, las parcelas de suelo rotaron hasta desaparecer. Cuando finalmente se detuvieron con un fuerte estallido, cada una fue reemplazada por un gran cuadrado negro con uno de esos ataúdes blancos y abultados encima. Serían por lo menos treinta en total.Me acerqué a Minho y Newt.
- ¿Qué hacemos?- les grité sobre el viento
- Hey - apareció Teresa.
- No tengo ni idea,- me respondió Minho.- ¿alguien tiene algo?
Minho estaba echándole una mirada de irritación a Teresa, como si no quisiera que ella formara parte de la toma de decisiones.
Newt respondió.
- Si esas cosas tienen a los malditos Penitentes adentro, es mejor que empecemos a prepararnos para pelear contra esos miserables garlopos.
- No creo que sean Penitentes.- agregué yo.
Creía que nos esperaba algo más terrible.
- ¿De qué están hablando, chicos?
Harriet y Sonia se acercaron al grupo. Era Harriet la que había hecho la pregunta. Y Brenda se hallaba detrás de ellas junto a Jorge.
- Ah, genial.- refunfuñó Minho.- Las dos reinas del glorioso Grupo B.
Harriet hizo como si no lo hubiera escuchado, mientras que yo le propinaba un golpe.
- Supongo que todos ustedes también vieron esas cápsulas en la cámara de CRUEL. Debían ser los lugares donde los Penitentes cargaban sus baterías o algo así.
- Claro.- dijo Newt.- Debían ser eso.
- No creo que sean Penitentes.- volví a repetir.- Eran demasiado babosos para este clima, pero de todas formas... es CRUEL. No tengo ni idea.
En el cielo, los truenos rugían y retumbaban, y los destellos de luz resplandecían con más fuerza. El viento rasgaba la ropa y el pelo de los chicos y el aire olía a humedad y polvo: una extraña combinación. Me acerqué un paso más a Minho quedando hombro a hombro. El lo notó y me miró de manera confundida.
- Nos quedan solo veinticinco minutos.- anunció Thomas.- Tenemos dos opciones: luchamos contra los Penitentes o nos introducimos en esos enormes ataúdes a la hora exacta. Tal vez sean...
Un silbido agudo cortó el aire. Parecía provenir de todas las direcciones y perforó mis timpanos, al menos hasta que lleve de nuevo mis manos a los costados de la cabeza. Comencé a detectar movimientos cerca de las cápsulas blancas.
En uno de los costados de cada una de ellas había aparecido una línea de luz azul, que se iba expandiendo a medida que la mitad de arriba de los cajones se levantaba como si fuera la tapa de un ataúd. No emitían ningún ruido, al menos nada que pudiera percibirse por encima del vendaval y de los truenos. Todos comenzamos a amontonarnos en el medio, intentando alejarnos de la anomalía que estaba sucediendo.
Las tapas continuaron elevándose hasta que se abrieron por completo y cayeron al suelo. Dentro de cada receptáculo había algo voluminoso. Todo parecía indicar que no se trataba de Penitentes. Nada pasó luego, pero mantuve la posición de defensa.
¿Sophie?, escuché a Aris llamarme por el pensamiento. Sentí su miedo.
No ahora, le respondí de forma corta, no puedo.
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2| Red Desert | Gally | The Maze Runner
FanfictionEl laberinto fue solo el comienzo. No te relajes... lo peor está por venir. ᴄᴏʀʀᴇ. ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀ. sᴏʙʀᴇᴠɪᴠᴇ. Lo extraño tanto que me siento incompleta. Se llevó parte de mí y mi felicidad. Nunca me había dado cuenta hasta aquel momento en el que se fue...