Al fin.
Tome asiento al sentir dolor de cabeza. Había quedado al lado de la puerta. Cerré los ojos con fuerza y apreté más mi manos contra mis orejas. La miertera alarma sonaba demasiado fuerte, que hasta parecía una tortura. Abrí los ojos un segundo y vi como todos daban vueltas, como si buscaran algo. Supuse que querían averiguar de donde provenía aquel ruido. Volví a cerrar los ojos y concentrarme en relajarme para que mi cabeza no explotara del dolor, pero luego de un tiempo me vi obligada a abrirlos y retirar mis manos de los oídos. Sartén estaba en frente de la puerta que llevaba a la sala común, a punto de tocar el lugar donde se encontraba la manija, mientras Thomas le gritaba que esperara.
- ¿Por qué?- preguntó el cocinero.
- No lo sé.- replicó Thomas.- Es una alarma. Quizá algo muy malo esté sucediendo.
- Claro.- exclamó Sartén.- ¡Y tal vez deberíamos largarnos de aquí!
Intentaba abrir la puerta empujándola, pero nada pasó. Luego aumentó su fuerza, pero nada pasó. También probó empujarla con todo el peso de su cuerpo apoyada en ella. No se abría.
- ¡Tú rompiste la maldita perilla! - aulló Sartén, y luego le dio un manotazo a la puerta.
Miré a Thomas, quien se había apoyado en la pared, rendido y volví a mi posición inicial. Debían seguirles la corriente, como siempre. No había caso en luchar contra un enemigo invisible que no daba la cara. Me quedé esperando que algo pasara mientras miraba al resto de los Habitantes. Todos estaban igual, cansados de buscar respuestas y salidas.
De pronto la alarma se apagó. Después de tanto alboroto, mis oídos se sentían raros. Escuchaba un pitido agudo y molesto, que parecía no tener fin. Me levante de la cama y miré a Newt. Me crucé de brazos esperando que el chico dijera algo.
- No me digan que van a seguir enviándonos esos malditos Novicios.
- ¿Dónde está la Caja en este miserable lugar?- masculló Minho con sarcasmo.
Capté el sonido de un leve crujido, que provenía de atrás. Cuando me di vuelta, pude ver que la puerta que conducía a la zona común se había abierto varios centímetros. De otro lado parecía ser que las luces estaban apagadas. Sartén retrocedió un paso chocándose conmigo en el camino. Yo me adelante.
- Creo que quieren que vayamos allí -dijo Minho.
- Entonces, ¿por qué no vas tu primero?- le propuso Sartén.
Minho ya había pasado delante mío.
- No hay problema. Tal vez tengamos un pequeño shank nuevo a quien molestar y pegarle cuando estemos aburridos - bromeó. Se encaminó hacia la puerta, luego se detuvo y miró a Thomas de reojo-. No nos vendría nada mal otro Chuck.
Por dios, es que este chico nunca podrá decir algo con tacto, pensaba mientras rodaba mis ojos. Thomas parecía estar calculando que decir para no tirarle en cara que es un estúpido. Últimamente, estaba teniendo varios problemas con Minho. Es que no podía cerrar su maldita boca. Estaba acostumbrada a ello, pero cuando salimos del Laberinto, se intensificó de una manera impresionante
- Claro.- dijo por fin Thomas.- ¿Vas a cruzar la puerta o prefieres que vaya yo primero?
Minho asintió y luego sonrió. Tal como yo, se relajó ante la situación para mantener el control. Lo había aprendido de él, todo lo que sabía sobre encontrarme en una situación de este estilo. En el Laberinto, el me enseño tácticas para librarme de aquellas bestias llamadas Penitentes, él me enseño a mantener la cabeza fría. De todas formas, Nick influyó bastante en ello también, les debo todo lo que soy a aquellos dos larchos. Por lo cual me es tan difícil enojarme con él, y mucho más difícil es verlo comportarse como un garlopo.
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2| Red Desert | Gally | The Maze Runner
FanfictionEl laberinto fue solo el comienzo. No te relajes... lo peor está por venir. ᴄᴏʀʀᴇ. ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀ. sᴏʙʀᴇᴠɪᴠᴇ. Lo extraño tanto que me siento incompleta. Se llevó parte de mí y mi felicidad. Nunca me había dado cuenta hasta aquel momento en el que se fue...