15. Crazy.

623 66 26
                                    

Loco.


Escucho la respiración pesada de los Habitantes dormidos, los gemidos y sollozos de Minho, y el diluvio golpeando el pavimento. Abro mis ojos y todavía era de noche. Pude observar a Minho hecho un ovillo en el suelo, abrazando su pecho. Me acerque con cuidado y quede a centímetros de su espalda. Me acomodé allí y coloqué mi mano sobre la suya que estaba apretando su hombro. Iba a retirarla y dedicarme a dormir, hasta que él me tomó la mano, aún sollozando.

☀️☀️☀️

El resplandor del amanecer y unas voces hicieron que mi mente dejara de descansar. Mi cuerpo aún seguía inmóvil y cansado, pero podía escuchar a mis compañeros.

- Aayyy- escuchaba salir un gemido de la voz de Minho, pero aún no estaba  lista para despertarme.- ¡Shuck! Estoy destruido, viejo. Para siempre.

- ¿Estás muy mal?- preguntó Newt.

Ahora escuchaba a Minho lanzando gruñidos y quejidos, que me indicaba que debía estar incorporándose. De repente me volví consciente de las punzadas agudas que perforaban mi estómago, que rugía desesperadamente por comida.

- No debe ser tan terrible si puedes hacer eso.-dijo Thomas.

- Shank.- le respondió Minho.- Yo soy duro como una roca. Aun con el doble del dolor que tengo podría darte una buena paliza en ese trasero de poni que tienes.

Thomas se encogió de hombros.

- Amo a los ponis. Si tuviera uno en este momento, me lo comería.- exclamó, escuchando los ruidos de su estómago.

- ¿Eso fue una broma?- dijo Minho.- ¿Acaso el aburrido pescado de Thomas acaba de hacer una broma de verdad?

- Me parece que sí.- contestó Newt.

- Soy un tipo gracioso.- dijo Thomas.

- Claro que no, Thomas.- los interrumpí, bromeando, mientras bostezaba y me incorporaba.

Cuando por fin logré sentarme, observé a Minho. Su ropa estaba andrajosa y ennegrecida. Mire mis manos y me encontré con que la izquierda tenía unos restos de algo que parecía ser ceniza y apenas un poco de sangre. Minho lo notó también y me echó una mirada rápida. En algunas partes, donde asomaba su piel, se veían ampollas rojas. La mayor parte de la cara estaba sana y todavía tenía todo el pelo, por más sucio que luciera. No era médica pero había tenido práctica con ello y había aprendido bastante, y mi instinto me decía que las quemaduras no eran graves y que se curarían rápido. De todas formas, debíamos revisarlas con los Docs. Bueno, lo que haya quedado de ellos. Acto seguido, Minho me miró de una forma extraña que no comprendía hasta que me preguntó si estábamos bien. Yo solo asentí y mire alrededor. El cambio era demasiado semejante. Éramos veinte, ahora estaba segura de que la mitad de nosotros ya no estaba.

- ¿Cuántos hay?- preguntó Minho también mirando a los Habitantes, que en su mayoría estaban dormidos o acostados sin moverse, con la mirada vacía

Volví a recorrerlos con la mirada mientras los contaba.

- Once.- dije al mismo tiempo que Thomas.

Nos miramos y nos sonreímos de manera compasiva. Solo quedábamos doce. Once del Área, y Aris. Éramos alrededor de cincuenta, en la época anterior al Final. CINCUENTA. Ahora éramos once. Nadie había dicho nada. No había nada tan importante o significante que podría tapar el hecho de que más de la mitad de nuestros amigos, de que las únicas personas que habíamos conocido, estaban muertas.

- Quedamos solo once.- volvió a repetir Newt, haciéndolo aún más real.

- Entonces, ¿qué? ¿Murieron seis en la tormenta? ¿Siete?- preguntó Minho, en un tono indiferente, como si estuviera contando cuántas manzanas se habían perdido cuando se volaron los morrales.

2| Red Desert | Gally | The Maze RunnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora