2| Red Desert | Gally | The Maze Runner

19. Was it, though?

¿Lo fue, sin embargo?

- Chicos, veo que se encuentran muy cómodos -exclamó Minho.

Mi cuerpo no funcionaba bien. Quería sonreír ante la presencia de mi amigo, y también ante mi vida, pero algo no me dejaba. Sentía dolor por todos lados y la cabeza se me partía en dos. Aún menos podía hablar, ya que tenía la boca más que reseca y pastosa.

- ¿Qué... ? ¿cómo... ?- tartamudeó Thomas.

Minho sonrió. Era una imagen tan esperada. Especialmente, considerando el aspecto horrible que traía.

- Por fin los encontramos. ¿Acaso pensaste que íbamos a dejar que esa banda de mierteros les hicieran algo? Me debes una. Y una muy buena - caminó hacia él y comenzó a cortar la cinta.

Aris entro a la habitación con un rostro de preocupación, que al verme se esfumó transformándose en uno de alivio. Minho lo miraba de la forma más grosera que podía, mientras hablaba con Thomas. El castaño de ojos azules se acercó corriendo hacia mí y comenzó a cortarme la cinta que tenía en las muñecas.

- ¿Estas bien?, Sophie dime que estás bien.- me decía en tono preocupado mientras continuaba intentando liberarme. Mis ojos se abrían y se cerraban. No podía mantenerlos abiertos, no sabía que era lo que me tenía así, pero estaba segura que cansancio no era. Había algo mal conmigo. Estaba por responder hasta que Minho nos habló a mí y a Thomas:

- Jorge nos guió a través de la ciudad, evitando a los Cranks y buscando comida -terminó con Thomas y se dirigió a liberar a Brenda mientras continuaba hablando por encima del hombro-. Ayer por la mañana nos separamos para espiar en distintos lugares. Sartén y Sophie estaban explorando a la vuelta del callejón de allá arriba justo cuando esos tres shanks te apuntaron con un arma. Volvió sin Sophie, nos pusimos locos y empezamos a planear una emboscada. La mayoría de esos garlopos estaban borrachos o dormidos.

Apenas liberaron a Brenda salió de la habitación.

- Estoy extraña.- vocifere como pude, en un tono más alto del que pretendía, por: el dolor de mi cuerpo, mi cabeza y estar perdiendo la consciencia.

Thomas se acercó a mi y me miró con los ojos más tristes y preocupados que podría haber visto en mi vida. El sabía algo. El sabía lo que me habían hecho. Sus ojos se llenaron de lagrimas, pero ninguna parecía querer salir.

- ¿Qué sientes, Sophie? ¡Mierda!- dijo Thomas tomándome la cara, previniendo que se cayera a un costado.- Lo siento.- me susurró, a lo que yo estaba confundida, no entendía porque lo decía.- Llévenla afuera, ya.- le ordenó a Aris y Minho recalcando aquella ultima palabra.

Minho se acercó primero corriendo a Aris en el camino. No le costó demasiado ya que Aris en comparación era bastante pequeño en masa muscular. Minho paso uno de sus brazos por mi hombro hasta mi cintura y el otro debajo de mis rodillas. Me levantó del suelo y yo solo me deje llevar con mi cabeza apoyada en su cuello. Me sentía mucho mas contenida en sus brazos, pero continuaba sintiéndome fatal anímicamente. Mis ojos continuaban abriéndose y cerrándose.

- ¡Agua!- gritó Minho al entrar a una habitación llena de hombres tirados y mis amigos amenazando a estos con palos.- Sartén tráeme agua.

Vi la figura de Sartén quedarse parada unos segundos hasta que Minho que gritó que se apurara. Pensaba que seguro se estaba culpando por lo que sea que me estaría pasando, pero definitivamente todo recaía sobre mí. Yo y mis impulsos idiotas. Ya no tenía derecho a criticar a Gally por esas cosas, ahora lo entendía más que nunca. Tenía que hacerlo, no podía quedarme ahí. Y si hoy muero por esta estupidez, no me arrepentiría. Segundos después tenía a Sartén pidiéndome perdón, millones de veces ofreciéndome un vaso de agua. Tome un sorbo y realmente mi garganta se sintió mil veces mejor. Ya no tenía la boca reseca como antes, y sentía que me sería más fácil modular.