Hijos del Engaño.

Todo está bien... por ahora🔪

—¿Estás bien? —Le pregunta Ajax a su hermana menor mientras esperan fuera de la habitación donde un doctor revisa al más pequeño de los hermanos quien es acompañado por sus padres. —Ryan dijo ciertas cosas...

—Estoy bien —Responde cortante.

—Dea, Ryan es un psicópata, no debes hacer caso a sus palabras... —Intenta hablar Hades, pero su voz se ve interrumpida por la mirada asesina que le da la chica.

—Él es un psicópata, un asesino que se obsesionó conmigo, pero sus palabras fueron verdades —Sus ojos emana tristeza y dolor. La morena se encuentra de pie, recostada de la pared en tonos beige del hospital privado.

Doruk se acerca a ella con extremo cuidado y sin emitir palabra, la envuelve en sus brazos permitiendo que ella se derrumbe. No hacen faltas palabras, gestos o simplemente miradas, él sabe perfectamente cuando el corazón de Dea se rompe más de como lo conoció hace unos pocos años.

—Shh —Intenta calmarla bajo la atenta mirada de todos. Por todos me refiero a Ajax, Viviana, Hades y su esposa. —Tranquila, tranquila —Acaricia la parte trasera de su cabeza que se encuentra oculta entre el hueco de su cuello.

—Yo... —Solloza y levanta la cabeza para ver aquellos ojos color avellana que la miran con ternura. —Por nueve años, mi familia no supo nada de Ryan, incluso creíamos que había muerto o que se había marchado, pero llevo menos de una tres días aquí y reaparece. Lo que le sucedió a Kadir es mi culpa, no debí volver —Las lágrimas caen de forma rápida por sus mejillas algo ruborizadas por el llano y la impotencia del momento. Al tener a Ryan frente a ella solo deseaba dispararle y acabar con él allí mismo, pero estaba en un lugar público. El matarlo sería su paso directo a la cárcel sin saber sobre su hermanito.

—No es tu culpa, no te culpes por algo como eso —Le aconseja el chico de nacionalidad turca y pasa sus dedos por el rostro de la pequeña chica frente a él eliminando toda prueba de que ha llorado. —Ryan, es un demente obsesionado, no es tu culpa y no permitiré que te culpes —La abraza y permite que esta se calme en sus brazos.

—Ven aquí —Ajax toma a Hades del brazo y lo aleja bruscamente de sus otros acompañantes. —Hace nueve años no te partí las piernas ni los brazos, ni siquiera la boca, pero lo haré ahora sí hace falta —Su voz es ruda e imponente, el enfado es más que evidente al ver como el castaño mirada con preocupación a la morena mientras que al turco lo miraba con odio y recelo. —Tienes por esposa a la mujer con la que engañaste a mi hermana sin ningún pudor, ni siquiera te sentiste culpable ya que seguiste follando con ella hasta ahora que esperan vuestra primera hija. Por ende, te exijo que dejes en paz a Dea, ella merece continuar con su vida, merece amar y ser amada, y mientras tú sigas en su mente no lo hará. Te aconsejo que te apartes o te partiré cada uno de tus huesos —Le advierte y se aleja dejando a su mejor amigo atónito. La puerta de la habitación frente a ellos se abre dejando ver al doctor con la típica bata totalmente blanca y tras este, el señor Ian.

—¿Papá, como está Kadir? —Pregunta la morena acercándose a él. El doctor se aleja en silencio para darle privacidad a la familia.

—Está bien, solo estaba sedado cuando lo encontraste en tu auto —Informa provocando un alivio en ella. —El doctor nos informó que estaba algo deshidratado y por ello pasará la noche aquí, su madre y yo nos quedaremos aquí, ustedes vayan a casa a descansar.

—Papá, me gustaría quedarme...

—Dea, cariño, tú más que nadie necesita descansar —Se acerca a ella hasta quedar a la altura de su oído antes de susurrarle: —Escuché sus palabras, escuché lo que te dijo y escuché tus sollozos, ve a casa —Se separa. —Doruk, espero que aceptes mi invitación de dormir esta noche en casa.