Se salió de las manos🔪

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—¿Esto es en serio? Tu obsesión con esta mujer te llevó a asesinar a nuestro padre y a qué mi nuestra hermana se suicidara —Habla Rabí viendo a la morena quien se encuentra atada a una silla con los ojos vendados por un paño oscuro y las manos atadas en la silla de madera.

—No tienes el derecho de opinar. Dea es la mujer que amo y es la mujer para mí —Mira a la morena con la lujuria impregnada en sus ojos. Su voluptuoso cuerpo está cubierto por la pijama con la que la sacó de la mansión, su cabello va recogido en una cola y los bellos de su cuerpo están erizados debido a la brisa fría que se cuela por las ventanas destartaladas del lugar.

—Tú no la amas solo es un capricho.

—¿Quién te crees para decir eso? Tú no conoces mis sentimientos por ella, no...

—¡Pero ella no siente nada por ti! —Grita furioso. Ryan saca el arma de su espalda y le apunta entre ceja y ceja. —¿Ahora me vas a disparar como lo hiciste con nuestro padre?

—Sino cierras la boca lo haré sin pestañar. No creas que porque eres mi medio hermano no soy capaz de disparar.

—¿Me dispararas por una mujer que nunca te verá con ojos de amor solo con temor y asco? —La furia se hace presente en Ryan provocando que quite el seguro de su arma.

—Sal de mi vista, maldito.

—Sí, me voy de tu vista y de tu vida —Responde y sale del almacén. Ryan se acerca a la morena y quita la venda de sus ojos dándole vista al lugar.

—Hola, pequeña —Saluda con una sonrisa macabra que provoca que el estómago de la morena se revuelva peor que en las náuseas matutinas. —¿Cómo has estado? —Acaricia suavemente su mejilla. —Creí que nunca te volvería a ver, pero ya ves...

—¿Qué le hiciste a mi familia? —Pregunta con nerviosismo. —¿Qué le hiciste a mi familia?

—Nada, cariño —Besa su frente y se pone de pie. —No tuve por qué herirlos, solo fui allí por ti —Se gira dándole la espalda. Los fragmentos de los que sucedió hace menos de dos horas vuelven a hacerse presentes en la mente de la morena provocando punzadas en su cabeza.

Flashback.

—¿Estás bien? ¿Necesitas algo más antes de que me vaya? —Le pregunta Hades a la madre de su hijo viendo a la morena recostada sobre la gran cama cubierta por un edredón de color blanco.

—Hades, estoy bien.

—Está bien. Descansa —Se agacha un poco para besar su frente. —Sí necesitas algo solo debes gritar.

—Está bien —Responde viendo cómo el castaño sale de la habitación. Se gira sobre la cama tratando de descansar, pero pocos minutos después escucha el sonido de una explosión en la parte baja de la mansión.

Afectada por la explosión, se levanta de la cama como puede y se tira al suelo intentando llegar a la puerta arrastrándose, pero su misión se ve interrumpida cuando unas botas oscuras aparecen en su campo de visión.

—Hola, mi amor —<<Es su voz, nuevamente es él. Está aquí>>. Piensa atemorizada. Inconscientemente lleva su mano a la parte baja de su vientre sintiendo el instinto de proteger a su hijo.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta cómo puede.

—Es obvio, vine por ti —La levanta del suelo sujetándola del cabello.

Fin de flashback.

—¿Por qué haces esto? ¿Por qué?

—¿No te queda claro? Lo hago por ti, todo lo que hago siempre ha sido por ti.

Hijos del Engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora