—¿De qué estás hablando? ¿A qué te refieres con "nuestro hijo"? —Pregunta Hades ignorando el dolor que cada vez se hace más presente en su pierna. —Tú me dijiste qué...
—Sí, lo sé, pero fue falso. No aborté, sigo estando embarazada —Anuncia sin poder mirarlo a los ojos.
—¿Por qué me mentiste? ¿Por qué me hiciste creer que habías abortado? ¿Por qué me dijiste que...
—Pensé que era lo mejor.
—¿Alejarte de mí? ¿Alejarme de mi hijo? —Pregunta con resentimiento presente en su voz. —Me hiciste creer que habías abortado, me hiciste creer que habías asesinado al hijo que nos unía. Me viste beber hasta la inconsciencia, me viste consumir la droga que vendo y no dijiste nada. ¡No lo hiciste! —Grita acercándose a ella. El odio y la furia que reflejan sus oscuros ojos harían que cualquier persona sintiera temor, pero no ella, no Dea. Los ojos penetrantes y profundos del castaño solo hacen que el deseo de abalanzarse sobre sus labios se haga presente.
—No fue... —Sus ojos se fijan en los carnosos y rosados labios del hombre frente a ella. Esos labios que habían recorrido cada parte de su cuerpo, dejando marcas invisibles en el. —No deseaba hacerte daño...
—Pero lo hiciste —Su ceño se frunce cuando el dolor de su pierna se hace más intenso.
—Estás perdiendo mucha sangre, debemos curarte. Vamos —Ordena caminando a su auto, pero Hades se mantiene estático en su lugar. —Hades...
—¿Quién o quiénes saben de tu embarazo? —Pregunta.
—Nadie más que Ferhat.
—¿Él por qué lo sabe?
—Él ha sido quien ha complacido mis antojos nocturnos —Sin comprenderlo, aquellas palabras logran enojarlo aún más. Otro hombre estaba ocupando el lugar que a él le pertenecía, pero ya no lo iba a permitir. —Debes subir al auto antes de desmayarte —Le sugiere.
—Ok —Camina con dificultad hasta el auto para subir al asiento del copiloto recostando la cabeza que ya comienza a darle vueltas por la sangre derramada. —¿Sabes cuánto tiempo de embarazo tienes? —Pregunta luego de que la morena subiera al auto y lo pusiera en movimiento.
—Casi ocho semanas —Responde con ilusión. Sí, siente miedo, siente mucho miedo, pero también confía en Hades y en qué él la protegerá al igual que al bebé que crece en su vientre.
—¿Y todo está bien...?
—Sí, hace dos días fui a ver al doctor y dijo que estaba todo bien, solo me indicó algunos medicamentos y cuidados, cosas que ya sabía que debía tener.
—Ok —Sus ojos permanecen cerrados mientras la castaña maneja ágilmente por la carretera. —¿Cómo crees que tus padres y hermanos se tomen la noticia de que estás embarazada?
—No lo sé —Sus ojos miran fijamente la carretera hasta detenerse en la mansión. Mira a su lado y ve al hombre que la acompaña con los ojos cerrados, lo más probable es que haya quedado inconsciente. Baja del auto y Ferhat se acerca a ella rápidamente.
—¿Señorita, a dónde fue? Me quedé preocupado por usted.
—Estoy bien, pero necesito que bajes a Hades de mi auto y lo lleves a su habitación, y también que órdenes a alguien que vaya por su auto a esta dirección —Le entrega una pequeña nota en la que está la dirección. —Deben llevar una grúa ya que dos neumáticos están reventados.
—Claro —Ferhat y dos hombres más ayudan a Hades a subir al segundo piso de la mansión, directamente a su habitación donde lo recuestan en la cama. La morena se acerca a él, limpia la herida y realiza todo lo necesario para detener la hemorragia. Al menos, los cursos rápidos de medicina en compañía de sus tíos sirvieron de algo.
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Hijos del Engaño.
Roman pour AdolescentsUna promesa, un año, una pareja, UN ENGAÑO. Una traición, una chica herida y sed de venganza. Las cosas más peligrosas y todos lo saben. Las cosas no salieron como lo habían planeado, todo se había salido de control y fuertes lazos se habían destrui...