Hijos del Engaño.

A un día🔪

—Buenos días —Saluda Doruk llegando donde la morena, quien se encuentra tomando el sol frente a la piscina. —Son las nueve de la mañana, nunca te despiertas tan temprano —Bromea.

—No podía dormir —Se quita los lentes y acepta el dulce beso que esté le planta en los labios para luego sentarse en una tumbona junto a ella. —Quiero que me acompañes a la inauguración del viñedo de uno de mis socios.

—Mmm... —Imita pensar. —Un viñedo se escucha romántico —Bromea.

—No creas que vamos a disfrutar —Lo frena duramente. Desde la noche anterior no pudo dormir pensando en lo que sucedió en la cocina por lo que se encuentra de muy mal humor. —El dueño del viñedo es un socio quien comenzará a utilizar una nueva técnica para transportar la droga en las botellas de vino.

—Que inteligente —Guarda silencio por unos segundos. —¿Pasa algo?

—No, ¿por qué?

—Te noto distante.

—No pude dormir bien. —<<Mientes>>. Le grita su subconsciente, pero lo ignora. —Creo que es adecuado que te informe que Hades y Jazmine también nos acompañarán.

—¿Qué? ¿Por qué?

—La invitación era para mí y mi hermano, pero al este estar tan ocupado decidió enviar a Hades.

—Ok.

—Iré por algo de tomar, ¿quieres algo?

—No, cariño.

—Permiso —Se levanta, se coloca los lentes junto con el kimono playero y camina al interior de la mansión siendo interrumpida por su madre.

—¿Hija, podemos hablar?

—¿Es urgente, mamá? Debo buscar que me pondré para...

—Sí, es urgente.

—Ok —Camina detrás de su madre hasta entrar al despacho. —¿Qué es tan importante?

—Buenos días, Dea —Le corrige su padre quien se encuentra sentado junto a su hijo mayor. —Su madre y yo tenemos algo importante que contarles —Su rostro se transforma a una seriedad total.

—¿Papá, mamá, pasa algo malo? —Pregunta Ajax sin comprender.

—Bueno, esperemos que no... —Habla la señora Liana con la ilusión presente en su rostro. —Bueno... lo que sucede es que... —Habla con nerviosismo. —Estoy embarazada, estoy esperando un bebé —Anuncia con felicidad, pero aquel sentimiento no dura mucho al ver el rostro de sus hijos mayores. —¿Niños, no están felices?

—¿Felices? —Dea es la primera en emitir sonido. —¿Quieres que estemos felices después de que casi mueres durante el parto de Kadir?

—Hija, no...

—No, mamá, no estoy feliz —Se pone de pie. —¿Has hablado con el doctor? ¿Te dijo lo peligroso que es? —Sus ojos se cristalizan. —Hace nueve años fuiste diagnosticada con Torsión ovárica, a penas pudiste sobrevivir y pudo sobrevivir Kadir. ¿Qué pasa si...? —Intenta decir aquella palabra, pero no puede hacerlo.

—Si muero durante mi embarazo o el parto, tú y tus hermanos deben ser fuertes al igual que tu padre.

—¿¡¿Estás loca?!? —Se altera aún más.

—Dea, calma... —Interrumpe su padre.

—¿Calma? ¿A mí es la única que me molesta está situación? ¿Qué será de Ajax, Kadir y yo si perdemos nuestra madre? ¿Qué será de papá si pierde el amor de su vida? ¿Has pensado en eso?