Baño turco🔪

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Un mes después.

Surmene, Trabzon, Turquía.

10:00 Pm.

—Las chicas están tan emocionadas con todo sobre la boda, el baño turco y la ceremonia... —Le cuenta la morena a su prometido. —Me hacen sentir tan bien... —La ilusión y felicidad en sus ojos logran hechizar a su compañero quien la mira con una sonrisa deslumbrante. —¿Hades, me estás prestando atención? —Deja de ver la pantalla frente a ellos para encontrarse con los ojos más hermosos que alguna vez había visto.

—Sí, solo que...

—¿Qué pasa?

—¡Estás hermosa!

—Hades, basta... —Le reprocha tirándole uno de los cojines que se encuentran a su lado. —¿Tú cómo te sientes por la boda?

—Bien, me casaré con una estupenda mujer dentro de dos días, no puedo estar más emocionado —Se acerca a ella envolviéndola con sus largos brazos. —¿Tú cómo estás?

—Algo cansada y preocupada. ¿Crees que fue lo mejor volar desde Estados Unidos a Turquía solo para casarnos?

—No, claro que no —Besa su cabeza. —Pero tú querías una boda en Turquía y yo estoy para complacerte. Además, ya es tarde...

—¿Crees que fue algo descabellado lo que hice?

—¿Qué? ¿Decirme que querías casarte en Turquía cuando solo faltaba una semana para nuestra boda en América? No, no fue tan descabellado tratándose de ti —Bromea ganando un leve pellizco por parte de la mujer en sus brazos. —Dea, sea o no descabellado lo que hiciste me siento feliz de que lo hayas hecho y de que dentro de poco llevarás una anillo y un apellido que te unirán a mí. Eso sin mencionar a los dos intrusos en tu vientre —Bromea acariciando su notable panza de casi cinco meses. —En lo que no estoy de acuerdo es que vayas al baño turco estando embarazada, puede ser peligroso...

—Me mantendré hidratada todo el tiempo —Interrumpe rápidamente. —Amor, esto es importante para mí y para mi madre, no pude tener fiesta de henna....

—Lo sé —Se da por vencido y la atrae hacia su cuerpo con la tarea de continuar viendo los nuevos episodios de la serie Lucifer aunque los gritos eufóricos de su hija mayor estropean su plan. —Creo que Thais será un gran obstáculo para procrear al cuarto hijo —Bromea mientras su compañera se pone de pie para tomar a la pequeña rubia quien llora en una cuna junto a su cama.

—Si con una bebé y un embarazo es difícil, no quieras imaginar lo difícil que será con tres niños y un embarazo —Se acerca a él. —Así estamos bien —Recuesta a la rubia en su pecho mientras se recuesta sobre el castaño chocando su espalda contra su gran pecho.

—Parece que a alguien le gusta estar con sus padres —Habla con la rubia provocando que el sentimiento de ternura se despierte en su mujer. —¿Crees que tenga hambre?

—No, la nodriza le dio pecho antes de irse a descansar, iré a revisarla al baño —Se levanta con cuidado.

—¿Necesitas ayuda en algo?

—Hades... —Advierte recordándole la conversación que han tenido más de mil veces en menos de tres meses.

—Ok —Ve a la hermosa morena atravesar la puerta que va al baño y decide tumbarse un rato en la cama hasta que, sin querer, se queda profundamente dormido.

—Bien, ya estás limpia —Le dice a la niña antes de salir del baño y ver al gran hombre durmiendo en su cama. —Y al parecer, papá está dormido —Bromea acercándose. —¿No cree usted, señorita Thais, que es hora de dormir como papi? Ambos estamos muy cansados, necesitamos dormir —La deja en la cuna y está se queda en silencio moviéndose un poco mientras juega con algunos objetos a su alrededor.

Hijos del Engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora