¿A tiempo?🔪

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—Buenos días —Saluda la morena ingresando en el comedor.

—Buenos días —Responden todos al unísono a excepción de Hades quien mantiene la vista fija en el plato frente a él.

—¿Cómo amaneciste, cariño? —Pregunta su padre.

—Bien —Responde secamente y se sienta al lado de Viviana. En el incómodo silencio que se aloja en el comedor, todos comienzan a degustar de los alimentos servidos en sus platos hasta que Ferhat ingresa en el comedor.

—Buenos días, perdonen la interrupción —Se disculpa con todos antes de dirigirse a su jefa. —Señorita, el señor Mateo acaba de llamarme. Ha intentado comunicarse con usted, pero no lo ha conseguido.

—Lo llamaré en seguida —Se levanta, pero antes de salir la voz de su cuñada la interrumpe.

—¿Te sientes bien, cuñada?

—Sí, ¿por qué lo preguntas? —Todo su cuerpo tiembla con nerviosismo cuando seis pares de ojos curiosos se posan en ella.

—Por la llamada de Mateo. ¿No es el doctor?

—¡Ah sí! —Suelta todo el aire que no se había percatado de haber tomado. —Es solo por la dieta...

—¿Dieta? ¿De qué hablas? —Pregunta Ajax, a pesar de que las cosas han estado tensas entre él y Dea, ella es su hermana menor y siempre se preocupará por ella.

—Antes de irse a Turquía, diagnosticaron a Dea con una anemia severa y desnutrición por lo que le aplicaron una dieta para aumentar el hierro en su sangre —Habla rápidamente el señor Ian.

—¿Cuñada, por qué no me informaste? —Pregunta Viviana poniéndose de pie y acercándose a ella. —¿Quieres que te acompañe? —Pregunta ya que esta es doctora aunque justo ahora debe buscar un nuevo hospital en el que trabajar ya que en el anterior no se sentía cómoda por las miradas indiscretas de sus colegas aunque esa no fue la excusa que le dio a su marido.

—No, está bien —Suspira. —Ya debo irme —Su mirada se encuentra con la de su padre quien la mira con esperanza de convencerla de que aquella decisión no es la correcta. —Nos vemos —Su mirada se encuentra con Hades. <<Deseo tanto que vengas detrás de mí, pero sé que lo mejor es que me vaya porque yo no puedo darte lo que tú esperas y tenerte a mi lado sin darte lo que mereces, sería castigarte de por vida>>. Suspira y sale de la mansión dejando a Hades con el corazón destrozado.

<<¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste en New York? ¿Por qué no nos dimos una oportunidad? ¿Por qué no me diste una oportunidad junto con mi hija?>>. Suspira. <<Aquel día deseaba que me tomarás de la mano y me dieras todo tu apoyo para criar a la niña que deseo llamar nuestra hija. ¿Por qué fuiste cobarde? ¿Por qué te fuiste? Eres la mujer más valiente y decidida de todas, pero hace una semana no fuiste más que una cobarde, pero te entiendo. Yo también hubiese reaccionado como tú>>. Deja salir otro suspiro antes de regresar su atención al plato servido frente a él. No tiene apetito, no desea comer, no desea nada más que estar en los brazos de Dea, su mujer, porque aunque justo en esos momentos no pueda poseerla, ella siempre le pertenecerá.

—¿Hades, has decidido un nombre para la pequeña? Sé que no es recomendable que lo hagas ya que aún tenemos a Mateo peleando por la custodia....

—Aún no he pensado en un nombre, pero pronto lo haré.

—¿Hades, podemos hablar? —Escucha la voz del hombre que lo ha criado como un hijo y fue capaz de aceptarlo como yerno aun sabiendo sus pecados.

—¿Qué necesitas, tío Ian?

—¿Podemos hablar en privado?

—Está bien —Se levanta y van al despacho del señor. —¿Tío, ocurre algo? Te ves...

Hijos del Engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora