Alianza🔪

265 14 1
                                    

Estambul, Turquía.

05:30 Pm.

<<Hace diez años tuve un sueño, un sueño que cada día se me hacía más imposible, un sueño que cada vez se me hacía más lejano, pero que hoy por fin estoy logrando. La mujer que hace diez años escogí, hoy se convertirá en mi esposa porque mi mujer lo es desde aquel primer beso>>. Piensa el castaño arreglando la pajarita de su traje.

—No entiendo como Dea ha logrado que me ponga pajarita —Bufa viéndose al espejo. —Y todo lo resuelve llorando, veré qué hace cuando dé a luz...

—Será peor... —Le informa su madre ingresando en la habitación en la que se encuentra. El castaño la ve a través del espejo y una sonrisa deslumbrante se hace presente en su rostro. —¿Cómo te sientes?

—Ansioso, feliz... —Suspira. —Hoy por fin me casaré con la mujer que amo, con la madre de mis hijos...

—Me alegro de que te sientas así —Se acerca a él y posa su mano sobre su hombro. —Hijo, me siento más que orgullosa de ver hasta donde has llegado.

—Muchas gracias, mamá —Se gira hacia ella y la estrecha entre sus brazos.

—Es hora —Anuncia viéndolo con los ojos cristalizados.

—Es hora —Secunda, le concede el brazo y su madre lo toma para salir de la habitación del novio.

—¡Estás hermosa! —Le dice el señor Ian a su hija viéndola desde el umbral de la puerta. La morena de ojos grises se gira con los ojos inundados de lágrimas provocando preocupación en su padre. —¿Qué sucede, cariño? —Se acerca a ella abriendo los brazos para que esta se refugie en ellos.

—Estoy nerviosa y.... aterrada —Suspira colocándose el tacón pues las solteras de la familia (muy pocas a decir verdad) siguieron la costumbre de escribir su nombre en la suela de este.

—No tienes por qué temer...

—¿Y si las cosas no salen bien? —Eleva la mirada hasta encontrarse con los ojos mieles de su padre.

—Sino salen bien aún seguirás teniendo un lugar al que volver —Besa su frente. —Mis brazos y los de tu madre siempre estarán abiertos para ti. Ahora sécate esas lágrimas y trata de calmarte porque me alegra informarte que es hora.

—Voy a casarme —Se separa de los brazos de su padre y camina hacia el espejo de cuerpo completo. —Voy a casarme con el hombre que amo... —Enreda su brazo con el brazo de su padre y comienzan a bajar las escaleras de la mansión en la que se estaba preparando. A los pies de la escalera la esperan su madre, sus hermanos y su cuñada.

—¿Lista para esto? —Pregunta Ajax mostrando el listón rojo entre sus dedos.

—Más que lista... —Sonríe. El castaño se acerca a ella y ata el listón a su cintura La morena no deseaba llevar el listón alrededor ya que esta no es pura ni inocente, pero su madre la convenció ya que la cinta es una tradición turca que significa que la novia traiga suerte y bondad al lugar donde vaya. Suben al auto y Stephan, en compañía de Ferhat, maneja hacia la iglesia.

—Sobrina —Llama su atención antes de que está pueda bajar del auto.

—¿Si, tío?

—Ten —Le entrega una pequeña cajita de terciopelo. —Aquí es costumbre regalar oro y aunque lo haré, este es algo más personal.

—Veamos... —Abre la caja y encuentra un par de guillos de oro. —¿Qué... son para mis hijos?

—Sí, princesa. Espero que los mellizos nazcan saludables y lleven felicidad donde quiera que vayan.

Hijos del Engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora