De vuelta🔪

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—¿Hades, podrías dejar de moverte a mi alrededor como si esperarás que caiga al suelo? No me voy a desmayar... —Pregunta la morena con fastidio mientras esperan en las escaleras del jet a los señores Tamar.

—Si hubieses esperado que el doctor te diera el alta me hubiese sentido más seguro, pero ahora tengo miedo de que caigas desmayada como lo hiciste en el hospital.

—Hades, eso fue hace dos días. Ya basta —Gira los ojos. A los pocos segundos, una camioneta oscura se hace presente en la pista y de esta salen las personas que esperaba. —Señor y señora Tamar. Un placer verlos y sobre todo, ver a esta hermosa princesita —Se refiere a Nefes. —¿Cómo estás? —Pregunta poniéndose a su altura.

—Ya me siento mejor —Responde cabizbaja. —¿Dea, me llevarás con mis padres?

—No, tú te irás a vivir con tus abuelos de ahora en adelante y yo me encargaré de que nadie más vuelva a lastimarte, ¿ok?

—Ok —Una sonrisa ladina se hace presente en los labios de la pequeña y es que aunque le gusta la idea de estar a salvo, más le hubiese gustado que su hermana mayor estuviera con ella.

Las cinco personas suben al jet y se acomodan en su interior para el largo y exhaustivo viaje que les espera.

—¡Wow! Así que, esto es Turquía —Habla Hades con un destello de alegría reflejado en sus oscuros ojos. En ocasiones anteriores había sido invitado a Turquía, pero debido a la situación con la morena, eligió quedarse en suelo norteamericano.

—Sí, esto es Turquía —Responde la morena posicionándose a su lado. Todos bajan del jet y van al interior del aeropuerto para asegurarse de que todo está bien, pero cuando menos lo esperan, aparecen las peores personas del mundo.

—Nefes bebeğim annenle gel —[Nefes, cariño, ven con mami]. Habla una señora de cabello castaño y ojos verdes. Va vestida con ropa casual, unos jeans, una camiseta y tenis.

Algunas personas, creen que las mujeres musulmanas o que tienen como religión el islam, viste cubriendo cada centímetro de su piel, pero es falso. En la actualidad, las mujeres visten de la forma que más les guste, siempre y cuando sea de forma respetuosa para su familia aunque, hay algunas que visten de forma vulgar y llamativa.

Kimsin? —[¿Quién es usted?] Pregunta Ferhat quien inmediatamente se coloca frente a su jefa para protegerla. Ferhat es hijo del hombre que manejaba los negocios en Turquía para el señor Semal, sin mencionar que era la mano derecha de este. Al fallecer, su primogénito ocupó su lugar convirtiéndose en la mano derecha del jefe (o jefa, en este caso). —Yo la protejo —Le dice a su jefa al ver como esta intenta echarlo a un lado.

—¿Cómo que quien soy yo? Soy su madre —Dice la última parte en un perfecto español, acompañado con una pizca de arrogancia en su voz. Al escuchar esta información, una gran rabia se apodera de la morena y este vez la deja salir sobre la señora frente a ella y quien aparenta ser su marido por la mano posesiva en su espalda.

—¿Cómo se atreve a tan siquiera presentarse aquí? —Pregunta quitando a Ferhat de enfrente y camina despacio hasta la señora. Hades se mantiene junto a ella aunque prefiere guardar silencio y no meterse. —Usted la vendió a un mal hombre por dinero, la abandonó al igual que a sus otros dos hermanos porque aunque su hijo es un asesino, esto es culpa de usted. Su madre me contó que antes de estar con este hombre... —Mira con asco al rubio de ojos mieles junto a la señora. —Era una buena mujer, caritativa, bondadosa e inocente hasta que la oscuridad entró en su vida. Usted no es madre porque prefirió a su marido antes que a sus hijos —Escupe con asco mientras sus ojos escanean cada centímetro de su delgado cuerpo. —Me gustaría hacerle una pregunta, ¿si no era capaz de cuidar, mantener o no deseaban tener hijos, por que decidieron tenerlos? Hay cientos de métodos anticonceptivos, hay pastillas, inyecciones, dispositivos, incluso hay operaciones y orfanatos en los que esos chicos tendrían mejor vida que la que hasta ahora ustedes le han podido dar —Suspira tratando de mantener la compostura. —Su hijo mayor está en la cárcel por haber matado a su hermana, vuestra hija mayor, y por haberle disparado a su otra hermana, vuestra hija menor. Así que usted no es madre, en lo que a mí me concierne.

Hijos del Engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora