Amor de fan (Neymar Jr y Tu)

Capitulo 40 (Hot)

Narra Valeria:

¿Por qué Neymar siempre tiene que arruinar todo? Estaba muy bien hablando con Thiago cuando él nos interrumpió y luego hablo con James como que era grandes amigos, detestaba que hiciera eso.

James condujo y llegamos a su casa, el me abrió la puerta y me cargo, abrió la puerta y me llevo a la habitación.

-¿Qué piensas hacer? -dije levantando la ceja-

-Bueno luego de ese duro entrenamiento me merezco un premio no? -dijo sonriendo y poniéndome en la cama-

-Am si -sonreí- pero ¿Qué tienes pensado hacer?

-Pues lo que te explique hoy en la mañana -sonrió-

-Ah! está bien -dije acercándome a el-

James se sentó en la cama dándome la espalda para quitarse sus guayos, ágilmente le quite su camisa y la lance al suelo, comencé a darle un suave masajes en su hombro para que se relajara.

-Estas muy tenso -reí un poco-

-Lose pero con tus suaves manos eso desaparecerá -sonrió mientras aún se quitaba sus guayos-

James se dio la vuelta y me miro sonrió, puso sus manos delicadas en mi cintura, me acostó suavemente en la cama mientras él me besaba desesperadamente el cuello, con cada beso eran muchos sentimientos dentro de mí.

-Sabes cuantas veces pensé en lo que ocurrió en Colombia? -sonrió-

-¿Cuántas? -dije sin dejar de sonreír-

-De tantas que perdí la cuenta -rio un poco al igual que yo-

-Espera! -dije quitándolo de encima- ya regreso

Camine hacia el baño y busque entre mis cosas un preservativo pero no lo encontré, realmente me sentía excitada, abri la puerta y mire a James sentado esperándome, diablos! Que sexy se miraba, Sali completamente y sonreí, baje mi ropa rápidamente quedándome solo con una hermosa lencería color lila.

James se acercó y me acorraló en la pared, y me comenzó a besar mientras se desabrochaba los pantalones y bajaba un poco sus boxers. Pude ver su erección, estaba tan excitado. Mordí mi labio inferior y lo seguí besando.

Pude sentir el frío de la pared recorrer mi espalda mientras James besaba de mis párpados hacia mi cuello, dejando un rastro de besos que me hacían gemir desesperadamente. Dejó de besarme un momento para entrar en mí. No se molestó en recostarme sobre la cama. Simplemente empezó a embestirme, sentía que mi espalda daba golpes contra la pared. Sabía que eso me dejaría alguna magulladura, pero no me importó. Esto se sentía tan bien y tan diferente. James me besó mientras seguía embistiéndome. Saliendo y entrando de una forma brutal. Me deseaba más de lo que me imaginaba.

-Oh....dios...James....sí.... -jadeé. -No sé si pueda.....me duele....mmm... ¡Oh! -gemí.

James paró por un momento y me miró a los ojos. La sensación de llenura era fantástica. No quería que se moviera jamás.

Me dio un beso en los labios y volvió a mirarme.

-No te hare daño -me dijo en un susurro-

-Lose.

Asentí con un gemido. James empezó a embestirme de nuevo. Él me tomó por los muslos y enredó mis piernas en sus caderas, haciendo que se hunda más en mí. El jadeó también, entrando en mí con más fuerza y empujándome contra la pared. Hundí mis uñas en su espalda con tanta fuerza, que seguro James tendría una herida por ello. Me abracé de él, llorando un poco. Las lágrimas que caían por mis ojos se mezclaban con mis gritos de desesperación y placer. Era lo más cerca que había estado del paraíso. Con cada gemido, podía sentir que James se ponía más dura y eso hacía que me embista con más fuerza, más profundo. Sin piedad. Esta quejándome y rogando. Aunque no sabía por qué. No quería que terminara.