Prólogo

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Leila se despertó sobresaltada. Un sudor frío y pegajoso recorría su frente, señal del horrible susto que acababa de pasar. No había sido más que una pesadilla, pero cada vez eran más reales, previendo el terrible hecho que se asomaba por su horizonte; recordándole su pasado, todo lo que había perdido y jamás volvería a tener; todo aquello con lo que no se le tenía permitido soñar.

Ya iban siete años soportando los mismos sueños, y Leila apenas recordaba los buenos tiempos, aquellos lejanos momentos en que no debía preocuparse por su seguridad de forma constante; aquellos dulces años en los que todo eran sonrisas y carcajadas. Pero al igual que la luz del sol cayó sobre ella, anunciándole el comienzo de un nuevo día, la realidad se cernía sobre su esplendorosa vida de fantasías, obligándola a despertarse a un mundo donde no todo eran risas y juegos.

Sobrevivir de tu manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora