El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es Mío

[Capítulo 101]

Cuando pregunté con curiosidad, la estudiante hizo una pausa y me miró.

Pero parecía que estaba de mejor humor que antes. Como si su afinidad hacia mí aumentara... eso solo estaba en mi cabeza, ¿verdad?

-Bueno, tenemos la misma edad pero yo nací más rápido, así que sí. Y se puede decir por nuestras edades mentales.

Entendí lo que estaba diciendo y asentí con la cabeza.

Ah, entonces eran gemelos. Parecía que estaban peleando por quién era mayor y era lindo.

- Pero princesa, ¿estás usando magia ahora también?

De todos modos, pero parecía que este estudiante había llegado a la misma conclusión que yo. Incliné la cabeza y respondí a su pregunta.

- Supongo que los demás no pueden verle fácilmente.

Por la reacción del estudiante, ese fue definitivamente el caso.

Entonces, ¿esto significaba que mi magia de invisibilidad todavía funcionaba cuando estaba en el aula también? ¿E incluso ahora? Pero, ¿por qué ese estudiante pudo verme? Parecía que también estaba sumida en sus pensamientos. Pero se rascó la cabeza, como si no pudiera entenderlo.

- De todos modos, es bueno que nadie más te haya atrapado.

Era extraño ver a una chica tan elegante y de aspecto noble rascarse la cabeza ...

- Pero aparte de eso. ¿Por qué estás en Atlante? Oh, ¿no debería preguntar sobre eso? 

Pero me estremecí ante lo que preguntó. Al ver esto, volvió a preguntar con cuidado.

- Probablemente ya lo sepas, pero el Emperador de Obelia todavía te está buscando. Y recibimos un aviso en Atlanta hace algún tiempo. Con una piedra de visualización tuya en tu baile de debutantes.

¡Tos!

Me atraganté con mi propia saliva al escuchar lo que dijo. ¿Qué? ¿Una piedra de observación de mi baile de debutantes? ¿Esa era la piedra de observación que estaban esparciendo por el continente?

¿Estaban tratando de matarme avergonzándome? ¡Uf, Claude, ese bastardo retorcido!

-¿Huiste?

En su voz baja, pude darme cuenta de por qué la gente pensaba que Claude era un pobre padre que intentaba buscar a su hija perdida.

Pensarían que estábamos muy cerca el uno del otro porque eso fue cuando nuestra relación no era tan mala.

¿Quién podría imaginarlo? Que Claude tenía amnesia y estaba tratando de matar a su hija.

- Entonces, ¿no deberías empezar a regresar?

Siguiendo su cuidadoso consejo, no hablé por un tiempo y le sonreí torpemente.

- Lo siento si te puse en una situación incómoda. No haré nada que afecte a Atlante y me iré rápidamente.

- Oh, eso no es lo que yo ... ..

Se veía un poco nerviosa al mirarme a la cara. Abrió y cerró la boca como si no supiera qué decir.

- Lo siento. No lo pensé. Hay una razón por la que no puedes regresar a Obelia, ¿verdad?

Parecía que de alguna manera entendía que no me había escapado y que había una razón legítima por la que me fui.

- Solo puedo decir que no sé nada si alguien pregunta. No me afectaré solo porque te conocí, así que no te preocupes por eso.

Agradecí su amabilidad.