El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es Mío

[Historia paralela 28]

- Si hubiera estado en ese mundo, te habría encerrado en una jaula. ¿Por qué no hizo eso?

No tenía sentido para Lucas de este mundo.

- Creo que te verías bastante bien incluso si estás encadenada.

Si fuera él, claramente la persona frente a él habría sido encerrada para que no pudiera ir a ningún lado. Pondría cadenas en estas delgadas muñecas y tobillos para que no pudieran correr a ninguna parte. Si la dejo actuar libremente, no sabré cuándo desaparecerá.

¿Podría ser que el Lucas de ese mundo no sintiera tanta ansiedad? ¿Quizás es el ocio de saber que es suya? Lucas tuvo un sentimiento desagradable de nuevo.

Athanasia entrecerró las cejas, sacudiendo la mano de Lucas que sostenía su muñeca. Una señal de que no le gustaban sus palabras, era evidente en su rostro.

Pero pronto habló con un tono de resignación.

- Bueno, él dijo que no importa porque el mundo entero está en la palma de su mano.

En el momento en que escucho eso, una sonrisa fría salió de sus labios.

Fue una idea que realmente entendió. Pero tal vez Lucas de ese mundo no esperaba que ella vagaría por otro mundo como ahora, de seguro pensó que estaría en sus brazos para siempre. Pero ahora, Athanasia esta fuera de su alcance.

Entonces, incluso si se la quita, no habrá nada más que decir.

Lucas pensó eso con cinismo.

- Entonces, ¿realmente no me vas a ayudar?

En ese momento, una suave calidez inesperada cubrió su mejilla. Lucas, que había estado inmerso en otros pensamientos durante un tiempo, volvió a mirar a la persona que estaba debajo de él.

- ¿Incluso si te pregunto así?

Sus ojos, brillando suavemente a la luz de la luna, lo miraban fijamente. Una suave mano se poso en la esquina de su mejilla, por lo que era algo difícil decir palabras de rechazo con facilidad. La mano que envuelve su rostro ahora mismo debería ser apartada... Extrañamente, no podía moverse.

- ¿Crees que eso funcionaría en mí?

A pesar de su voz todavía fría, Athanasia dijo sin ninguna pizca de duda.

- Sí, te gusto.

No seas graciosa. Tengo que responder, pero las palabras no salieron extrañamente.

No era una voz llena de confianza, ni una voz decisiva. Como si simplemente recitara un hecho, una voz infinitamente tranquila y calmada pasó por sus oídos.

Entonces Lucas no pudo reírse de Athanasia.

En realidad no había pasado mucho tiempo desde que se conocieron, pero estaba casi loco por tener a alguien frente a él ahora.

Este tipo de historia era un poco abrumador cuando lo pensaba, pero incluso tuvo una extraña sensación, como si se hubiera decidido durante mucho tiempo el hecho de que se conocerían.

Además, Athanasia tenía un rincón que curiosamente fomentaba el monopolio. Tal vez se debió a que ella era una persona de otro mundo. Lo que ahora quiere de Lucas, que nunca ha podido tener nada en sus manos, experimente la sensación de poder perderla.

Lucas abrió la boca con cierto resentimiento.

- ¿Sabes? Tú también eres tan egoísta como yo.