[Capítulo 167]

2.4K 241 151
                                    



Todos vieron de manera fascinante aquella escena. Los "meteoritos" era una magia conocida como la causa de la ruina del antiguo imperio de Obelia. Pero fue un poco extraño llamar a esas bolas de fuego meteoritos.

De un momento a otro, bolas de luces fueron visibles en el cielo negro acompañado de relámpagos que comenzaron a resonar de forma siniestra. Del mismo modo, los pájaros que sintieron el catastrófico momento, se balancearon por el cielo en grupos.

Rápidamente la situación cambio, el cielo comenzó a abrirse como si la tierra estuviera siendo absorbida por una fuerza extrema. Ante tal escena, los magos de la torre comenzaron a gritar horrorizados.

- ¡No, esto es...! 

- ¡Oh, Dios Santo! ¿Qué esta pasando?

¡Slam!

A causa de las piernas que se debilitaron por la emoción, uno a uno de las personas presentes fueron colapsando, quedando atónitos por la abrumadora vista.

Los miembros de la delegación también estaban estupefactos, pero la conmoción de los magos seguía siendo mayor. Entre ellos, los que se dieron cuenta del tipo de fenómeno que estaba sucediendo, sus cuerpos temblaban de miedo y asombro.

- ¡Oh Dios mío, es el "castigo de Dios"...! 

"El castigo de Dios". También era un tipo de magia suprema que había visto en algunos libros antiguos. En cuanto a lo poderoso que era, no fue poco decir que podía crear un cielo y una tierra nueva con esa magia. Si "Meteorito" fue la magia que hizo volar a Obelia, el "castigo de Dios" fue una magia catastrófica que podría convertir todo el continente en ruinas.

Por supuesto, yo también me sentí abrumada ante la terrorífica vista que apareció frente a mí. Pero cuando vi a un Lucas parado con orgullo, mi miedo se fue.

¡Este chico! No es el momento de mirarme como si dijeras, "¿No soy genial?"

- ¡Lucas, detente ahora mismo!

Parece que ya has alardeado mucho sobre tu majestuoso poder como el Gran Mago de la Torre Negra, ¡así que para con esto de una buena vez!

Una vez más, tan pronto termine de hablar, Lucas termino fácilmente el "castigo de Dios". Fue en un instante que convoco tal tipo de magia, pero incluso anulo el progreso con tanta rapidez. Después de todo, Lucas era como un monstruo.

- ¡Oh, Dios mío, es ridículo... todo esto debe ser un sueño...! 

- Oh, santo cielo, que está pasando... 

Aun así, la gente seguía fascinada sin poder ser capaz de procesar todo lo que había pasado. Lucas los miro y se burlo de ellos.

- Se asustaron de algo tan insignificante. 

¡¿Ah?! ¡no es poca cosa! ¿Cómo puedes llamar "el castigo de Dios" algo insignificante? ¡Es un hechizo que puede volar todo el continente!

- Oye, no finjas estar desmayado.

Lucas pateó nuevamente al hombre que había estado bajo sus pies hasta entonces.

- Oye abuelo, me hare cargo de este bastardo por mi cuenta, así que ve con con esos idiotas a tomar un descanso.

Lucas le habló al abuelo que parecía encantado con su partida, luego tomó mi mano y nos teletransportamos.

**********

- Hey tú, deshazte de los restos de maná de esa quimera en este momento.

Tan pronto como nos teletransportamos y entramos a una habitación, Lucas le exigió a Karax que yacía tirado. Quizás a raíz de la teletransportación repentina, Karax se retorcía como un bicho en sal.

El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora