El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es Mío

[Historia paralela 42: Un día, me convertí en padre]

* * *

- Parece que la cantidad de carne ha aumentado desde la ultima vez que nos vimos. (N/T: Claude hace referencia a que Athy ha subido de peso)

Claude hablo casualmente con la niña que no había visto en cinco días. Pero por dentro, pensaba todo lo contrario.

'Eso es raro. ¿Por qué su rostro esta pálido cada vez que la miro?'

Por supuesto, ambas mejillas todavía estaban regordetas como pan bañado en leche blanca. Tal vez sea su imaginación, pero cada vez que la veía, su tez se tornaba pálida.

¿Por qué? Frente a él, siempre comía cada pastel sin dejar un solo trozo. ¿Era la comida en el Palacio Ruby, donde vivía la niña, tan mala?

- ¡Jeje, papá también es lindo!

Hoy es la cuarta vez que se reúnen después de su primer encuentro. Había un rincón donde la niña actuaba extraño, comenzó escupiendo ese tipo de palabras hacia él sin miedo como ahora.

Incluso durante un par de refrigerios, la niña no tuvo miedo y rápidamente pronunció ese tipo de palabras vergonzosas.

- Sígueme.

Claude miró a la niña, que hoy de nuevo estaba actuando linda con él, y pronto se dio la vuelta.

- Voy a salir a navegar, así que prepárate.

- Su Majestad. Lamento interrumpir, pero la princesa todavía no...

- ¿Qué te preocupa cuando esta conmigo?

Lilian York, que estaba a su lado, volvió a interferir con él, pero Claude cortó sus palabras sin piedad.

¿Debería matarla?

Pero al final, Claude subió al barco solo con la niña, dejando atrás a Félix y Lillian, quienes lo miraron con ojos ansiosos hasta el final.

La niña miraba a su alrededor como si fuera la primera vez que montaba un barco en toda su vida. Claude levantó su cuerpecito y la subió al bote, ella mostró una expresión de miedo, pero una vez a bordo, ya no parecía tener miedo.

- ¿Qué estás pensando?

Desde algún momento, cada vez que miraba su rostro con las distintas expresiones que ponía, comenzó a preguntarse en que estaba pensando, de repente sintió curiosidad y pregunto. Entonces la niña se rió de nuevo y dijo palabras extrañas.

- ¡El cabello de papá está brillando! ¡Es bonito!

Lo mismo sucedía con la cabeza de la niña que resplandecía. Es un rubio con un color diferente, por lo que debe parecerse a su madre. Bajo el cielo azul tan claro como el lago, valía la pena mirar su cabello dorado que brillaba como el polvo de la luz del sol.

'Realmente te gustan las cosas brillantes. Entonces, ¿es por eso que tenias ese tipo de bolsas?'

Justo como un cuervo que lleva cosas brillantes a su nido, la niña enterró sus bolsos en el patio trasero del Palacio Garnet.

- Resulta que tengo tus bolsas con joyas de ese día.

De hecho, no tenia solo los bolsos que el niño había dejado caer frente a la estatua del ángel la primera vez que se conocieron, pero decidió no revelar ese hecho aún.

- Estoy guardando tus tesoros, así que ven a buscarlo la próxima vez.

Con solo estas palabras, pudo ver las pupilas de la niña temblar de un lado a otro con vergüenza.