El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es Mío

[Historia paralela 51: Lucas del mundo paralelo cruza las dimensiones]

Cuando abrió los ojos, hojas verdes bloquearon su vista y el cielo azul se asomo entre ellas. Estaba enterrado en una espesa maleza de arbustos.

- ¡Mierda, creo que tome el camino equivocado...

¡Crujido!

Justo en ese momento, se escucharon pequeños pasos no muy lejos de donde estaba él.

- Princesa, ¿a dónde vas de repente?

- Pude sentir magia que me era familiar por aquí.

¿Princesa? ¿Acaso era la princesa que estaba buscando? No, no puede ser. La voz que se oía era de una niña pequeña.

No me digas que he caído en otro país.

Lucas frunció el ceño y utilizó magia de invisibilidad.

Pero quizás fue un poco tarde, al momento siguiente, un rostro apareció entre los arbustos enterrados.

Lucas se sorprendió al ver la cara que tenia enfrente Era una niña que apareció de la nada y parecía tener menos de diez años. Entre la hierba, unos brillantes ojos llamaron primero su atención.

¿Joyas?

Lucas se estremeció.

Así que esta es Obelia, ¿no?

- ¡Te encontré!

Pero sorprendentemente, la niña exclamo mirando hacia Lucas, quien estaba usando magia de invisibilidad.

Luego de eso, extendió su pequeña mano para agarrar las de él. Lucas por supuesto, se horrorizó.

Sin embargo, se vio obligado a perder sus palabras de nuevo cuando pudo ver más de cerca el rostro de la niña, pero fue por una razón diferente.

La misteriosos ojos similares a las joyas de la familia imperial de Obelia, pero...

La larga cabellera negra azulada con las hojas de los arbustos sobre ella, era la misma que Lucas por donde quiera que veas.

Y sobre todo, el rostro de una hermosa niña le resultaba extrañamente familiar.

Cuando Lucas se quedó sin palabras, la niña le sonrió ampliamente y le dijo.

- ¿Qué haces aquí, papá?

- ¡¿.....?!

Lucas se quedó de piedra, como si le hubieran dado un fuerte golpe en la cabeza al escuchar aquel título que nunca había imaginado escuchar.

Al principio, pensaba que no sería posible, pero cuanto más veía la cara de la niña, más confundido se sentía.

- ¿Te has escondido porque querías jugar al escondite? Entonces lo haré contigo.

La niña inclinó la cabeza sin conocer los sentimientos de Lucas. Y habló con un ligero aire de juego, como si quisiera jugar con él en particular.

- Hija, ¿a quién llamas papá?

Entonces, una voz ligeramente perversa sonó sobre su cabeza. Era familiar de nuevo. En ese momento, alguien levantó el cuerpo de la niña entre los arbustos.

- ¡Oh, tengo dos papás!

A causa que el hombre que sostenía a la niña estaba de espaldas contra la luz, no pudo ver su rostro claramente. Pero desde arriba, podía sentir que estaba mirando a Lucas desde los arbustos.