[Capítulo 164]

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¿Tenía algún lugar al cual volver?

Cuando pensó en ello, las lágrimas volvieron. Mientras caminaba sin rumbo fijo, las estrellas comenzaron a elevarse en el cielo oscuro una por una.

Pero súbitamente, Zenit encontró a Claude de pie bajo la luz de la luna.

En el momento en que ambos cruzaron miradas, sintió su corazón estrujarse. La advertencia que había recibido de parte suya el otro día se desvaneció de su mente.

Mientras el sonido de sus pisadas sobre la hierba llenaron el tranquilo aire de la noche. Zenit se acercó a él, sin saber lo que estaba haciendo, como si estuviese siendo poseída por alguien más.

En el momento en que la cabeza de Claude se movió hacia un lado, Zenit sacó el anillo que sujetaban sus manos temblorosas y finalmente reveló sus ojos que eran similares a dos pares de joyas.

Y por primera vez, susurro las palabras que había estado enterrando en su corazón.

- Padre.

En ese momento, unos ojos completamente fríos traspasaron agudamente a Zenit.

**********

¿Qué es esta pasando aquí?

- ¡¿Padre?!

- No te acerques.

Claude la detuvo fríamente cuando solo había dio un paso adelante. Zenit se quedo quieta, mirándolo desde la distancia.

Una ola de maná rodeo todo el cuerpo de Claude. Flores caídas y hojas que se habían desprendido de los árboles se esparcieron por todos lados como una tormenta, ocasionando que su cabello ondeara como una corriente de viento.

- No puede ser... 

En medio de eso, Zenit murmuraba inexpresivamente con un rostro lleno de desesperación.

- ¡No puede ser!

Miré a Zenit, que gritaba rudamente con un rostro ligeramente deprimido. 

¿A donde había ido el anillo que llevaba en su mano? ¿Acaso le revelo sus verdaderos ojos a Claude?

- Chica estúpida.

Una voz terriblemente fría golpeó mis oídos. Al mismo tiempo, el viento helado que golpeaba mis mejillas hizo que me congelara por completo.

- ¿De verdad creíste que podías ser mi hija? 

En ese momento, contuve mi respiración. Sus ojos y voz aguda, parecían cortar cruelmente a la persona que estaba frente a él. Zenit, que lo miraba fijamente, jadeaba como si hubiera sido apuñalada en todo el cuerpo.

Después de comprender aproximadamente la situación actual, mi mente se puso en blanco. Debido a que jamás imagine que Zenit se pararía arbitrariamente frente a Claude como ahora.

Sin embargo, ahora que se hizo realidad, fue imposible para mi intervenir entre los dos.

Al momento siguiente, Claude levantó su mano, pensé que estaba tratando de matar a Zenit. Pero afortunadamente, el hechizo que usó no fue para un ataque asesino.

- Oye, ¡¿qué es esto de repente...?! 

Cuando Claude sacudió su brazo en el aire, un hombre cayó repentinamente del cielo.

- ¡Oh, Su Majestad! Que sorpresa. Invocándome tan de repente en medio de la noche...

Me preguntaba a quien había invocado, y resulta que era el abuelo principal. Pero, ¿qué hay con ese pijama rosa? Incluso sostenía una muñeca de oveja blanca. Al parecer estaba por irse a la cama cuando Claude lo llamó.

El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora