* * *
Al día siguiente, se celebró un gran baile en la casa del Marqués Irene.
Zenit e Ezekiel iban a asistir al baile como socios. Entonces, era natural que los dos viajaran en el mismo carruaje.
- Así que la señorita Florence vio el collar y le dijo al gato...
Como de costumbre, la voz parlanchina de Zenit resonó en el vagón.
Luego, en un momento, Zenit se dio cuenta de que Ezekiel no lo estaba escuchando en lo absoluto y estaba encerrado en otros pensamientos.
- ¿Qué piensas, Ezekiel?
Ezekiel se volvió hacia la voz pura que se escuchaba desde el frente. Su rostro estaba inmóvil como si nunca se hubiera concentrado en ella por un momento, pero Zenit no se dejó engañar.
Pronto su boca se abrió de par en par.
- ¿Es la princesa Athanasia alguien que da las gracias cuando le ayudan?
Con la solicitud de Zenit, no habló hasta que estuvieran en privado.
Sin embargo, su pregunta fue tan inesperada que Zenit inclinó la cabeza de manera extraña.
- ¿No sería así? Todos dan las gracias cuando reciben ayuda.
Ante sus palabras, los ojos de Ezekiel cayeron por un momento como si estuviera pensando en algo. Después de eso, volvió a girar la cabeza por la ventana, dejando escapar una voz tranquila que parecía estar hablando solo.
- Es cierto.
Zenit no tuvo más remedio que retenerse a preguntar, ya que sentía que no era el momento de hablar.
Después de un poco más de tiempo, los dos llegaron a la mansión del Marqués Irene y se bajaron del carruaje.
Ezekiel y Zenit, que entraron al salón de baile uno al lado del otro, eran una pareja que encajaban muy bien sin importar como lo vieras.
Como si siguieran un procedimiento establecido, llegaron al centro del salón, recibiendo la hospitalidad y elogios de todos.
Los protagonistas del banquete eran los hermanos Irene, pero fluía un aura que no se comparaba a los de Zenit e Ezekiel.
Los dos bailaron juntos en el salón de una forma perfectamente hermosa, como muñecas hechas de azúcar en un cuento de hadas.
Había otros bailando al ritmo de las dulces melodías, pero solo dos personas destacaron.
Después del baile, recibieron aplausos de todos y le hicieron un saludo amistoso.
- Princesa Zenit, ¿podría darme la gloria del segundo baile?
Después de eso, alguien más vino a Zenit.
Era el joven maestro de la casa Irene, quien fue bastante explícito cortejando a Zenit hace un tiempo. Entre las jóvenes señoritas, lo llamaban 'el señorito de las flores' y, como un joven que hacía palpitar sus corazones, tenía una apariencia muy hermosa.
Zenit no le respondió de inmediato, sino que miró el rostro de Ezekiel.
Como siempre, él se veía genial mientras recibía la atención de otras damas jóvenes y nobles rodeándolo de amontones. Ezekiel y Zenit eran personas cuyo futuro juntos era casi seguro.
Sin embargo, no existía la pasión ardiente entre los dos.
Ezekiel no estará celoso si Zenit baila mientras sostiene la mano de otro hombre, pero Zenit no estará bien si Ezekiel intercambia una dulce sonrisa con otra mujer.
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El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es Mío
RomancePrincesa Encantadora / Who Made Me A Princess Novela Ligera [Completa] *Esta solo es una traducción al español desde su idioma original (coreano)*