El Zhukulento Lobo Negro Solitario Es Mío

[Historia paralela 41: Un día, me convertí en padre]

* * *

Podía ver sus ojos temblar.

Sobre la mesa se colocaron té y dulces que a los niños les gustaría, mientras la niña miraba los alrededores con una cara completamente asustada.

Claude se sentó frente a ella y observó a la niña inquieta.

Cuando trajo a su hija consigo fue un impulso momentáneo, pensaba que era interesante, pero fue solo por un tiempo, y comenzó a aburrirse nuevamente.

'¿Era su nombre Atana? ¿Athanasia?'

Cuando vio su rostro tembloroso, los recuerdos que había olvidado hasta ahora comenzaron a surgir en su mente.

No recordaba cuál fue la razón, pero fue justo después de que matara a todos los cortesanos del Palacio Ruby con sus propias manos.

'Es divertido. Me pregunto si podrá sobrevivir tan fuerte como sugiere ese nombre.'

Ese día, trató de matar a un bebé recién nacido, aparentemente su hija biológicamente, pero finalmente se dio la vuelta sin hacer nada.

- No sabia que eras muda.

- Hick.

Poco después de que los cortesanos que estaban sirviendo los refrescos se fueran, Claude abrió la boca levantando la taza de té. Entonces la niña tuvo hipo, como si estuviera asustada.

- Es tan silencioso que no es divertido.

En ese momento, fue divertido ver una cara pequeña del tamaño de su palma, intentando cambiar su expresión.

- ¿Nunca aprendiste a hablar?

- Athy puede hacer eso.

Después de responder, la niña se rió un poco incómoda.

- Apenas he escuchado tu voz. ¿Por qué no has abierto la boca hasta ahora?

Cuando se le preguntó persistentemente, la niña mostró una cara rígida, y se rio nerviosamente.

- Su Majestad, se dice que los bebés de la edad de la princesa, a menudo son tímidos con los extraños.

- ¿Enserio?

La respuesta vino de Félix, que estaba a su lado.

Cuando escucho eso, pensó que podría ser posible. Desde el punto de vista de un niño, seria aterrador que la persona que conocías por primera vez, te secuestrara.

Claude miró de nuevo a la niña sentada frente a él.

Pero en el momento del contacto visual, la niña volvió a reír con un rostro perdido, como si no supiera nada. Al mirar esa sonrisa, Claude se sintió un poco sutil.

¿Por qué te ríes tan indefensa? ¿No sabes que ahora mismo, puedes morir con un solo gesto de mi mano?

Luego recordó que a pesar de ser un extraño, la niña lo había seguido con bastante facilidad.

Hasta ahora, ¿nadie le ha enseñado a 'no seguir extraños que vez por primera vez'? Pensó que la chica que se atrevió a bloquearlo en el Palacio Ruby hace unos años, todavía seguía a su lado.

Se dio cuenta de que estaba mirando a Félix, quien estaba a su lado, y llego a una conclusión.

- Félix. 

- Si. Su Majestad.

- Vete.

Sera mejor tener uno que dos desconocidos.