Capítulo 28: "Con un bate"

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— Estoy afuera. — hablé al teléfono.

— Voy saliendo — me respondió Ady.

Un minuto después la vi acercarse a mi auto. Me había estacionado a unas cuantas casas de la suya.

Venía con unos jeans oscuros, una camiseta negra con el logo de Coldplay y unas converse. Por supuesto tenía el cabello sobre su cara ocultando sus hermosas pecas y mostrando apenas la mitad de tu rostro.

Intentó entrar al Jeep pero yo aún no quitaba los seguros.

Bajé la ventanilla de su lado.

— ¿Contraseña?— pregunté.

— ¿Contraseña? ¿Desde cuándo hay contraseña?

— Desde hace cinco minutos. — le dije con una sonrisa de lado — Contraseña o no podrás entrar.

Ella rió.

— Mmm... ¿déjame entrar, por favor? — dijo con una mirada tierna de súplica que no ayudaba a mi intento de amistad.

— Bien, entra, me convenciste pero esa no era.

Quité los seguros.

— ¿Y cuál era? — preguntó entrando a mi camioneta.

— "Adam es el chico más guapo de todos" — respondí mientras comenzaba a conducir — Era obvio.

Ella se echó a reír.

— ¡Jamás lo hubiera dicho!

— ¿Y por qué no? No es una mentira y lo sabes. — giré mi cabeza hacia ella y le guiñé un ojo.

Ella dejó de reír pero se quedó con una sonrisa.

— ¿Sabes que tengo chófer, verdad? — preguntó un rato después.

Ya estábamos por llegar a la academia.

— Lo sé y también sé que nunca te gusta que él te lleve, prefieres caminar o el transporte público.

— ¿Y cómo sabes eso?

Ella me miró confundida.

— Oh, mi atrevida Ady, yo sé muchas cosas sobre ti. — sonreí viéndola de reojo mientras estacionaba el auto frente a la academia de modelaje — Sé que amas el negro, los helados de chocolate y la música. Sé que lees como si tu vida dependiera de ello y eres tan responsable en clase que a veces pienso que eres una profesora y no una estudiante. Sé que eres una buena hija aunque seas tan diferente a tus padres y que amas a tu hermanito Liam más que a nada en el mundo. Y sé que amas cantar, sé que es tu pasión y tú sueño, pero tienes miedo a fracasar, tienes miedo a que a las demás personas no les guste tu voz sin saber que aquí tienes a una persona que ama tanto escucharte cantar que jamás sentirás que no tienes talento, porque yo me aseguraré de que te sientas talentosa, importante y valiosa.

Ella se quedó viendome sin decir una palabra. Se quedó en silencio tanto tiempo que me empecé a poner nervioso.

— ¿E-estás bien, Ady? — apagué el carro y giré mi cuerpo para verla de frente— ¿Dije algo ma...?

Ella me dió una mirada profunda que no pude descifrar.

Me puse más nervioso aún.

Intenté hablarle de nuevo:

— Disculpa si dije algo que no te gust...

Adele se acercó rápidamente y unió sus labios con los míos, besándome.

Al prinpio me quedé paralizado. No podía creerlo. Pero unos segundos después le respondí el beso moviendo mis labios sobre los suyos sintiéndome lleno después de tanto tiempo. Extrañaba tanto esto. Sin poder disimularlo sonreí durante el beso y sentí como ella sonrió también.

Adam y AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora