Capítulo 20 "Atrevida".

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— Creo que deberíamos darles algo de privacidad — habló ella.

Asentí y nos alejamos de la puerta corrediza.

— Entonces... ¿nos vamos? — preguntó.

— Si claro, yo sólo subiré a cambiarme la camiseta. Si quieres espérame en el sofá. Ya vuelvo.

Ella asintió y subí las escaleras a toda velocidad.

Entré al cuarto de Chris para encontrarme con una imagen de él con medio cuerpo dentro de su habitación y la otra mirad fuera de la ventana.

— ¿Pero qué rayos haces, Chistopher?

Él me miró asustado y luego rodó los ojos.

— Debí haber cerrado con llave.

— Eso es obvio, ¿cómo pretendes escapar con la puerta abierta? Pudo haber entrado mamá — rodé los ojos y puse una silla bajo sus pies para que entrara al cuarto por completo.

— Lo sé — dijo bajando de la ventana y dando un brinco al suelo ignorando la silla. Tomó un sorbo de agua que tenía sobre su escritorio y volvió a trepar a la ventana — Ahora, si no te importa, me iré.

— Oh no — lo halé de las piernas para que cayera al suelo de rabo — Sabía que te escaparías, Christopher Alejandro, te he enseñado todo lo que sabes.

— ¿A qué viniste?

— Venía a decirte que yo te llevaba a esa fiesta, voy a dejar a Adele a su casa y podría dejarte, mamá está distraída con Greg.

— Gracias, hermano.

— Dije venía, querido primo, no me gustó como trataste a Ady así que no lo haré — me encogí de hombros. — A no ser que te disculpes con ella.

— Olvídalo, me iré por la ventana.

— Christopher, fuiste grosero con ella, tienes que disculparte.

— ¿Me vas a hablar a mí de ser grosero cuándo tú eres el que trae a una chica diferente cada semana y luego las olvidas haciéndoles daño? No Adam, acá el que debe disculpas no soy yo.

Wow.

Retrocedí un paso sintiéndome herido.

Él tenía razón.

— Sólo... no vayas a esa fiesta, Chris. — dije antes de irme de la habitación y bajar las escaleras. A mitad de camino me detuve recordando que mi excusa era cambiarme la camiseta y no lo había hecho. Corrí a mi habitación, tomé una y me la cambié rápidamente, para volver a dirigirme a la sala.

— Ya volv...

Adele estaba durmiendo profundamente en el sofá.

La miré con ternura y algo de confusión.

¿En serio pudo dormirse tan rápido?

Me encogí de hombros y me acerqué a ella para hacer algo que le había dicho no volvería hacer.

La tomé con cuidado en mis brazos apretándola contra mi pecho para subirla a mi habitación.

Adam y AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora