Capítulo 37 "Quedarse"

5.2K 499 298
                                    



Conduzco por la ciudad y me detengo cerca del río Sena.

Nos bajamos de la camioneta y caminamos hasta llegar a una banca frente al río.

— No lo puedo creer. — dice Ady molesta sentándose.

— Ni yo — respondo sentándome junto a ella.

Adele gira a verme y pone una cara que es una mezcla entre confusión y enojo.

— Para comenzar... — habla — Explícame porqué existe ese video.

Uy.

Respiro profundo.

— Déjame explicarte — empiezo — Eso fue el día que me dejaste de hablar por tus padres. Cuando te pedí que me cantaras como despedida grabé sin que te dieras cuenta porque quería tener el recuerdo de tu voz, pero no sabía que nos íbamos a terminar besando, lo siento. Y después con tantas cosas olvidé que lo tenía.

La miro preocupado de que esté molesta conmigo también.

Seguro ella no estaba pensando bien de mí en esos momentos. En el video nos habíamos puesto apasionados, yo me había quitado la camisa y ella besaba mi cuello. Y que el video saliera de mí no me hacía ver bien y que sus padres lo hayan visto vuelve todo peor.

— Por favor no pienses mal de mí — ruego.

Adele se queda pensativa sin dejar de fruncir el ceño.

— ¿Y cómo obtuvo Evan el video? — pregunta.

— No lo sé. — digo pensativo tratando de encontrar alguna lógica hasta que recuerdo algo importante — ¡Me hackeó! Él tuvo mi teléfono por un par de horas cuando lo perdí en la fiesta. Ahí tuvo tiempo suficiente de hackearlo.

Adele está en silencio, enojada, pero de pronto abre sus ojos con sorpresa para terminar riendo sin gracia.

Estos cambios de humores me dan miedo.

— Claro, ¿cómo no me di cuenta? — sigue riendo sin gracia — Él me dijo una vez que era medio hacker pero yo lo había olvidado hasta ahora.

— ¿En serio?

— Sí, lo dijo el día que me llevó a patinar.

Doy un resoplido.

— Entonces sí fue él — afirmo — El dj no es tan bueno como nos hacía creer.

— No puedo creer que haya hecho eso — dice mi Ady con tristeza. — No sé qué me molesta más: si él o mis padres.

— Tus padres sólo se preocupan por ti, Ady. Sé que están siendo duros pero lo hacen porque te aman.

— No me están dejando vivir, Adam — dice con una expresión molesta — Temen tanto que me pase algo malo que también evitan que me sucedan cosas buenas.

— Lo sé, Ady, pero son tus padres.

Ella da un resoplido con cansancio.

— Ahora no quiero saber nada de ellos. Estoy cansada.

Asiento.

— Quiero que borres el video — dice — No quiero más problemas a futuro.

— Lo que tú digas, ángel.

Sacó mi celular del bolsillo de mi pantalón y entro a mi galería buscando el video. Lo consigo y le muestro a Adele cuando lo borro para que no tenga ninguna duda.

— Gracias — dice con tristeza.

— No me agradezcas. Todo eso en parte es mi culpa, no debí grabarlo desde un principio, lo siento.

Adam y AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora