NARRA ADAM— Vamos a un lugar más privado — digo bajándola y tomando su mano.
Salimos de la azotea y la dirijo por los pasillos de los apartamentos.
— ¿Entraremos a la fuerza a uno de estos apartamentos? — pregunta con nerviosismo al verme detenerme frente a una puerta.
— No es a la fuerza si yo soy el dueño. — respondo con tranquilidad sacando la llave de mi bolsillo.
— ¡¿Tienes un apartamento?!
— Fue el regalo de Gregy cuando cumplí 18 — me encojo de hombros.
— Casual.
— Tal vez fue una manera discreta de correrme de la casa. — río — Pero no funcionó, no es tan fácil deshacerse de mí.
Entramos a mi apartamento y enciendo las luces.
El lugar no es tan lujoso como mi casa pero sí es un apartamento espacioso y bien cuidado por la señora que viene a limpiarlo porque yo no levanto ni la escoba para barrer.
— ¡Es muy lindo, Adam! — Ady corre a ver las plantas en la ventana. — Y tiene muy buena vista.
— Aquí vengo cuando me gusta estar solo.
Ella me mira pensativa por unos segundos.
— Amélie me dijo dónde estabas — dice y se queda viendo el suelo — Fue la única que me dijo algo.
— Eso es mi culpa. — digo caminado por el lugar — Mamá, Gregy, Amélie y Chris saben que cada año en esta fecha desaparezco y yo siempre les digo que ese día no me busquen, ni me llamen, ni le digan a nadie sobre mí.
— Algo extremista.
— Un poco — río — Pero a veces solo quiero desaparecer.
— Te entiendo — responde. — Todos tenemos ganas de desaparecer a veces.
Me acerco a ella y coloco mi mano en su mejilla.
— Hoy no quiero estar con nadie, solo contigo. — le digo y ella me sonríe — ¿En qué estábamos? Ah, sí.
La atraigo hacia mí en otro beso apasionado y ella no se niega, más bien me envuelve con sus brazos así que vuelvo a cargarla envolviendo sus piernas alrededor de mí. Es tan pequeña que me resulta fácil llevarla hasta la habitación principal sin dejar de besarla.
La dejo sobre la cama y aprovecho de quitarme rápidamente la camiseta tirándola a un lado. Adele escanea mi torso dejando su mirada fija sobre mi abdomen trabajado, le sonrío con suficiencia.
— ¿Soy muy guapo, verdad?
Ella me lanza una almohada riendo.
— Eres un arrogante — ríe.
— Lo soy — me le acerco lentamente colocándome sobre ella — Un arrogante tan guapo.
Ella ríe y yo aprovecho para besarla una y otra vez y bajo a su cuello haciéndola removerse de placer. Con mis manos tomo el borde de su camiseta y ella me ayuda a quitársela quedando sin nada arriba.
— No tienes brasier. — eso despierta algo en mí.
— A veces me incomoda usarlos — se encoge de hombros.
Siento que mi deseo aumenta el doble. Besó su cuello bajando por su clavícula y terminó besando sus senos sonriendo al ver que uno tiene un pequeño lunar. Sigo bajando llenándola de besos hasta llegar al cierre de su pantalón. La miro a los ojos mientras bajo su jean junto a sus bragas dejándola completamente desnuda frente a mí.
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Adam y Adele
Teen FictionÉl es popular. Ella es tímida. Él es deportista. Ella ama los libros. Él es gracioso. Ella es amargada. Él es Adam. Ella es Adele. Son tan diferentes, pero hay algo que los une: la música. "Son el uno para el otro y no se dan cuenta". Secuela de "L...