Capítulo 36 "La verdad"

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Camino por los pasillos del instituto con mi rostro serio y mis audífonos puestos.

Cualquiera diría que me veo muy rudo, pero en realidad estoy escuchando una canción de Shakira.

Tarareo mientras veo caminar hacia mí a una pequeña chica de suéter negro, pantalones negros y zapatos ¿azules?

— Azul — sonrío — Eso es nuevo.

— Quise probar algo nuevo. — responde Adele con una sonrisa. — ¿Qué escuchas?

Ay.

— Estem... sólo una banda de rock.

— Quiero escuchar...

— ¡No, espera...!

Ella me quita un audífono y se lo coloca.

Ya valí.

Gira a verme con una sonrisa burlona.

— ¿Loba de Shakira? ¿En serio? — dice riendo.

— Es mi gusto culposo. Por favor, no me juzgues.

— Tranquilo — dice levantando sus manos en señal de paz — ¿Sabes cuál es la cumbia?

— Claro.

— Pues yo la conocí por un trabajo de español sobre géneros musicales latinos y siempre la escucho cuando estoy sola.

Río por la imagen mental que me hago de Adele sola en su habitación bailando cumbia.

Y me imagino bailando con ella.

Sonrío.

Adele está soltera, pero igual no he querido hacer nada al respecto porque apenas acaba de salir de su relación y aunque me moleste sé que le tomó mucho cariño a Evan. Así que le estoy dando su espacio.

Puedo ser paciente.

Siempre y cuando no me sonría como lo está haciendo ahora.

Colabora, Adele, al menos intenta no ser tan linda.

— Hablé con Mélie hace un rato; ella y Lucas al parecer no están muy bien. — comenta mientras caminamos por los pasillos.

— ¿En serio? ¿Qué pasó?

— Al parecer Lucas le contó sobre su ex y Amélie ahora se siente muy insegura, no deja de compararse con ella.

— ¿Esther no?

— ¿La conoces?

— No, pero Lucas me habló de ella una vez. — digo — Al parecer es un año mayor y compartían los mismos gustos, parece ser una gran chica y se separaron porque ella fue a la universidad, no porque ellos quisieran.

— Pero Amélie es una chica increíble. No tiene porqué compararse ni sentirse menos.

— Lo sé. Pero me pongo en su lugar y la entiendo. — hablo — Ha pasado por mucho. Lo de Chloe y Nathan, su madre obligándola a ser perfecta, la anorexia. Amélie desborda seguridad pero el que la conoce sabe que no es así.

Adele asiente.

— Hay muchas chicas así — digo tomando su brazos girándola hacia mí para que me vea fijamente — Chicas llenas de talento, de belleza. Chicas que son luz, pero no lo notan. Van por la vida dudando de sí mismas y no saben que los demás estamos admirando su esencia. Yo te admiro cada día.

Adele me mira fijamente y veo sus ojos cristalizarse.

— Yo... no sé qué decir. Eso fue...

Adam y AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora