Capítulo 13 "El Partido"

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Multimedia: AnnaSophia Robb como Chloe Allard.

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Entré a los vestidores y comencé a desvestirme para ponerme el uniforme.

No había nadie más, hasta que vi entrar a una hermosa chica con una gran y rubia melena rizada.

— ¿Qué haces aquí, Chloe? — pregunté — Este es el cambiador de hombres.

Yo estaba sólo en bóxer cuando ella entró, pero no me incomodé. Mi cuerpo no era algo de lo que me avergonzara, ni un poco.

Ella me miró de arriba a abajo y sonrió.

— ¿Qué te pasa conmigo, Adam? — preguntó ella acercándose — Me ignoraste por completo hace unos segundos y ahora sólo estás con esa chica gótica.

— Se llama Adele.

— Eso no me importa — dijo acercándose cada vez más.

Ella comenzó a acariciar mi torso para ir subiendo por el cuello y colocar sus manos en mi mejilla.

Tomé fuerzas y me alejé.

— No, Chloe. Estoy enojado contigo — le dije — ¿Cómo pudiste ser tan mala con Lucas?

Ella rodó los ojos divertida.

— ¿En serio vamos a discutir por el nerd? — preguntó volviendo a acercarse.

— Si, vamos a discutir por eso — hablé alejándome un poco más — Estás siendo muy cruel con todos últimamente.

— Adam, ellos no son nadie. Ni siquiera son nuestros amigos — dijo ella — ¿Por qué te importa tanto?

— ¡Ellos sí son mis amigos!

Chloe me miró sorprendida.

— Está bien, lo siento — dijo ella viéndome triste — Soy una imbécil. Entiendo porqué me cambiaste por Adele.

Uy, ya me sentía culpable.

Me acerqué a ella.

— No, no eres una imbécil — dije acariciando sus brazos para luego abrazarla — Y no te he cambiado por nadie. Nunca lo haría. Adele es sólo una amiga.

Chloe me miró haciendo un pequeño puchero.

Es una diosa.

— ¿No me cambiarás? — preguntó ella.

— Nunca.

Sonrió.

— Recuerda que eres sólo mío. — dijo para luego besarme.

Le correspondí al instante profundizando el beso. La levanté y ella enrolló sus piernas en mi cintura donde la recosté del lavabo. Ella acariciaba mi cabello mientras yo bajaba a su cuello y volvía a subir sus labios.

— Me encantas — susurré antes de besarla de nuevo.

— ¡Adam! ¿Qué rayos haces? — gritó alguien a mi derecha.

Adam y AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora