Adam y Adele

Capítulo 33 "Apuestas"

Adele no duda en corresponderme así que coloco una mano en su nuca intensificando el beso.

Ella mueve sus labios sobre los míos con deseo y algo de desesperación y yo igual, porque extrañaba tanto besarla. Cuando la beso simplemente me siento completo.

Adele se separa por un momento de mí y con una sonrisa me dice:

— Nada mal para un no-francés.

Río.

Ella me da un pequeño empujón haciendo que yo quedé recostado en la cama, mientras ella me envuelve con sus piernas para volverme a besar.

Tengo mis manos en su espalda y las muevo ligeramente teniendo cuidado de no sobrepasarme, de ir con calma y disfrutar cada segundo de este momento.

— Ady. — hablo en medio del beso.

— ¿Mmm? — pregunta sin apartar sus labios de los míos.

— ¿Y qué pasa con tus padres? ¿Y si entran?

La separo un poco de mí.

No quiero que Adele vuelva a tener problemas con sus padres por mi culpa.

Ella me mira y me regala una sonrisa nerviosa.

— De hecho... ellos me escribieron hace un rato diciéndome que se quedarán en un hotel esta noche.

Asiento tratando de lucir calmado pero sé que me estoy sonrojando como un tonto y yo no soy de los que se sonrojan.

Esto es tu culpa, Adele Castle.

— ¿Y Liam?

— Él se quedó esta noche con nuestros primos.

Le sonrío.

— En ese caso...

Adele reprime un pequeño grito de sorpresa cuando la tomo rápidamente y la pongo sobre la cama donde yo estaba hace unos segundos y me coloco sobre ella.

— Me gusta ser dominante — le digo con un guiño y sin dudarlo vuelvo a juntar nuestros labios.

La beso con tanta pasión, recordando cada momento, deseando que nunca termine.

Ady suelta un gemido cuando muerdo ligeramente su labio inferior pero me da una sonrisa haciéndome saber que quiere más.

Lentamente bajo mis manos hasta llegar al borde de su vestido y giro a ver su rostro buscando algún gesto de aprobación.

Ella me mira fijamente para asentir con timidez y noto como sus mejillas se colocan cada vez más rosadas.

La admiro un momento. Miro desde sus ojos llenos de deseo, sus labios rosados y algo hinchados que forman una tierna sonrisa, su clavícula y cuello que hace unos segundos estaba llenando de besos y finalmente me alejo de ella.

Adele frunce el ceño al verme levantarme de la cama.

— ¿Pasó algo? — pregunta y en su expresión puedo ver algo de tristeza. — Lo siento si no soy tan buena en estas cosas, es que nunca había hecho nada de esto y lo siento por no ser tan linda como las otras chicas con las que has estado, Adam, yo solo soy...

— Hey, Ady, no digas esas cosas — digo acercándome a ella y tomando su rostro en mis manos — Eres increíble y la mujer más hermosa que existe ¡Solo mírate! Me tienes cautivado. — le sonrío — Créeme, si estuviéramos en una habitación con las mujeres más hermosas del mundo yo solo tendría mis ojos en ti. Aunque lo intentara no puedo dejar de pensar en ti y la verdad no quiero dejar de hacerlo.