capítulo treinta y ocho.

6K 201 124
                                    

Mateo.

—Luciano sabe de mi objetivo con Key. —conté a mi mejor amigo aprovechando que estábamos un momento solos. Aunque su casa se encuentre totalmente ausentada por sus madre, la presencia de las chicas no nos permitía hablar de este tema. Él al oír lo previamente dicho, abrió grande sus ojos y sacó su vista de su celular para mirarme atento con ambas cejas alzadas, pidiendo así que lo contara con más detalles— No sé quién mierda le dijo o cómo sabe, pero si yo no cumplo el gil va a abrir la boca. —conté jugando con la funda de mi celular, él largó un chasquido con su lengua ofendido.

—Sos un pajero boludo, mil veces te dije que te pongas las pilas con Makeyra y que dejes de romper las bolas con ese objetivo de mierda. —me retó enojado, él probablemente se creía que todo eso se había terminado y que realmente estaba remandola bien con la castaña. Después de tanto tiempo nunca más volvimos a mencionar ese "objetivo".

—¿Te creés que no lo pensé? Me siento un gil por hacerla mierda igual que lo hizo el enfermo ese, pero ya fue Valentín, no me queda otra. —respondí refregando mis ojos apenado, respuesta que hizo enfurecer peor a mi mejor amigo. 

—¡La concha de tu madre Mateo! —largó enojado para luego darme un fuerte golpe en la nuca, fruncí el ceño y largué un chasquido con mi lengua al sentir aquél golpe— ¿Te chupa un huevo Makeyra después de todo lo que hizo por vos? —preguntó negando con su cabeza indignado, largué un suspiro hondo para no comenzar a pelear con mi amigo por este tema— Lo que estás haciendo es pasarte por los huevos todo lo que ella hizo por vos y todas las que se tuvo que tragar con tus caprichos de mierda, no se merece ni en pedo lo que le estás haciendo. —avisó tratándome de sentir el doble de culpable, se piensa que yo no tengo sentimientos como para no darme cuenta que estoy lastimando a Makeyra.

—¿Cómo me va a chupar un huevo esa mina? Obvio que tengo en cuenta lo buena que fue siempre conmigo boludo, cerrá el orto si vas a decir esas pelotudeces. —largué con enojo tratando de no alzar mucho la voz ya que, en la cocina, se encontraba la protagonista de esta charla junto a Sashen— Yo la amo a la wacha esa boludo, y eso es lo que más bronca me da. —conté sincerándome con el ojiazul, nunca suelo demostrar mis sentimientos con nadie pero mi mejor amigo y la castaña son dos excepciones— Yo pensé que era una boludez Valen, soy un wachin de mierda que antes pensaba todo el tiempo con la cabeza de la pija, Key tiene razón; siempre las usé para garchar porque soy un rencoroso de mierda. —largué sin mirarlo a la cara, no me animaba a sincerarme tanto mirando a los ojos a mi amigo— No considero haberme enganchado, pero hubiese preferido no haberme acercado nunca a ella por este jueguito del orto. —hablé rendido, él negaba con su cabeza apenado.

—Si posta estás arrepentido es mejor que le cuentes la verdad y termines con esa mierda Mateo. —aconsejó con seguridad, rápidamente negué con mi cabeza al oír aquélla locura que proponía.

—Ni en pedo Valentín, me va a mandar a cagar y no me va a hablar nunca más. —me negué con miedo, él largó un chasquido con su lengua y negó con su cabeza para calmarme.

—Es mejor que se entere ahora que todavía no pasó nada, es mucho más probable que te perdone ahora a que se entere una vez haya pasado. Hacé las cosas bien amigo, de verdad te digo. —pidió esto último a los susurros al oír los pasos de ambas amigas acercándose hacia donde estábamos nosotros.

Las palabras de mi mejor amigo aún me quedaron dando vueltas en la cabeza varios segundos, creo no es mala la idea de hablar con Key y contarle todo.

Sinceramente ya no sé si quiero hacerle una cosa así, saber que sufriría muchísimo cuando se entere me hace dudar bastante. Después de todo ella es la única que está conmigo en todo momento, no sería justo lastimarla de esa manera y menos descartarla como si no me importara, no quiero alejarme de ella.

objetivo; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora