This Don't Have To Be Over ~ Zerrie |mature| (Terminada)

~Capítulo 1~hipócrita

Abrió los ojos, estaba acostada, y lo primero que vio fue una pared blanca lisa, en la cual había unos cuadros y apoyado contra ella, una cajonera de algarrobo. Cuando sintió algo tocando su espalda, se quedó dura. Volteó levemente y entonces vio a un hombre de tez arábiga, cejas gruesas, que aparentaba unos treinta aunque estaba más cerca de los cuarenta, de barba incipiente, con los ojos cerrados y el pelo azabache algo desordenado. Fue entonces cuando comprendió que ese no era su cuarto, ni siquiera era su casa.
Quiso golpearse con un martillo en la frente, anoche estaba tan enojada que se había emborrachado y terminado en la cama con un tipo que no tenía idea de quién era.
Levantó un poco las sábanas y notó que tanto él como ella estaban desnudos. Aunque valía destacar que por lo que veía, al menos anoche la había pasado bien. <<Pero lo único que me faltaría sería haberme contagiado una ETS>> pensó y cerró los ojos con fuerza.
Se levantó procurando hacerlo silenciosamente. Encontró en el piso alfombrado, sus bragas en una punta de la habitación y su brasier en la otra esquina, parecía que lo que habían hecho había sido todo menos suave, a juzgar por las rasgaduras de las bragas. La rubia caminó hacia una puerta de madera que debía ser un baño, mientras se abrochaba el brasier.

Cuando entró, confirmó sus sospechas, era un baño y era precioso. <<diablos>> pensó cuado se vio frente al espejo. Tenía el labial corrido y parecía el guasón , mientras que el rímel y el delineador se le habían apelmazado bajo los ojos, dejando dos profundas ojeras horribles. Y su pelo... ni cuando había subido a las montañas rusas en Disney, el pelo le había quedado tan alborotado y desordenado como en ese momento.
Suspiró y vio que su bolso estaba tirado a un costado del baño, se preguntó cómo había llegado ahí. Lo tomó, y agradeció al cielo que su mini set de maquillaje estuviera. Entonces sacó la crema para quitar su maquillaje con algodón, y cuando lo consiguió, luego de lavarse repetidas veces la cara, se pintó como todas las mañanas; ahora estaba mejor. Y con agua, un cepillo, tirones y dolor, logró dejar su pelo bastante bien. Sólo debía encontrar su vestido, y tuvo suerte ya que estaba colgando del inodoro con la tapa cerrada. <<En serio ¿qué mierda pasó ayer acá?>> volvió a preguntarse. Se puso el vestido color café e intentó alisarlo lo más posible.
Cuando caminó e iba a salir del baño, algo llamó su atención, era algo que brillaba en un pequeño cubículo que parecía instalado para la medida justa de alguien, por supuesto, más alto que ella. Como dice el dicho, la curiosidad mató al gato, y ella subió a una baqueta, pero lo que vio hizo que realmente quisiera ser tragada por la tierra. Descubrió que lo que brillaba en el cubículo, era un par de aros de diamantes, que estaban junto a muchos cosméticos y maquillaje. <<Oh, diablos.>> Se bajó de la banqueta casi saltando y maldijo cuando algo se incrustó en su pie. Al recogerlo, sus sospechas se terminaron de confirmar, era un anillo de hombre, y no cualquier anillo, era una alianza, gruesa y de oro. <<Mierda, mierda y más mierda, me acosté con un tipo casado.>> masculló. <<Tengo que salir de acá lo antes posible. >>
Tomó su bolso y se lo puso al hombro, salió del baño, apurada, enojada y frustrada, cuando el tipo estaba poniéndose sus bóxers.

-Pensé que te habías ido- murmuró él con voz algo ronca mientras se acomodaba el elástico de su ropa interior.

-Me estoy yendo- respondió ella con ganas de pegarle -Por cierto, linda alianza- le arrojó el anillo y él la dejó caer, ni siquiera hizo ademán de atraparla.

-Oh, ya te enteraste..- dijo con una sonrisita idiota. <<Que hipócrita, por dios.>>

Vio sus zapatos y se los calzó sin problema, estaba acostumbrada a usar los tacones de aguja ya que con ellos, desde los diecisiete, que lograba ganar altura, además de que le alargaban las piernas y eso le agradaba.

-Por cierto, linda, ¿Cómo es tu nombre? Ah, y podrías dejar tu número de celular, así arreglamos- <<que descarado>> pensó asqueada.

-Me llamo, Andáte a La Mierda-