This Don't Have To Be Over ~ Zerrie |mature| (Terminada)

~Capítulo 34~ Pecador sin culpa

-Oh, Pezz, estás bien?- Debbie se dirigió a su hija.

-Sí, no es nada.- negó, apoyando la servilleta en su boca.

-Casi doce años.- respondió Zayn, impasible, cuando Debbie volvió a fijarse en él.

-Eso es mucho tiempo.- mencionó -A esa altura es cuando comienzan los problemas pasionales, no?-

-Mamá.- pidió Perrie.

-Es cierto, Pezz. Sabes que yo tengo la experiencia suficiente..-

-No es un tema nuestro.- indicó, rogando por que abandonara el tema.

-Bueno, no lo sé..- replicó Debbie, poniendo a su hija nerviosa -Y tiene hijos?- preguntó nuevamente.

-Una hija. Américus.- respondió Zayn, aún sin movérsele un pelo.

-Un nombre encantador. Cuántos años tiene?-

-Once.-

-Y no planean tener más hijos?- <<dios, basta mamá!>> quiso gritar Perrie.

-De hecho, estamos esperando un hijo.- contestó él.

Perrie estaba pálida. Su madre no dejaba de acribillar a preguntas a su amante. Era evidente que tenía ciertas sospechas. Y estaba escarbando donde a ella terminaba afectándole, en la realidad de que él era un hombre exitoso y casado, con una hija espléndida y un bebé en camino, mientras que ella era la puta que le gustaba follarse contra la pared y tratar bipolarmente.

-Felicitaciones, entonces.- sonrió Debbie.

-Gracias.-

-Perrie piensa tanto en el trabajo que nunca se ocupó de formar una familia.- mencionó y la rubia se sintió aún peor. Qué mierda le pasaba a su madre? Se comportaba más como su enemiga que como quien era.  -No es consiente de lo rápido que el tiempo pasa. Cuántos años tenía usted cuando se casó?-

-Veintiséis.- respondió Zayn, casi en automático.

-Yo a los veinticinco años ya tenía dos hijos.- continuó Debbie -Y ahora con más de cincuenta años todavía no soy abuela. No le parece un pecado?-

-La vida está llena de pecados.- respondió él -Supongo que es algo con lo que se debe vivir.-  Zayn no quería volver a pensar en Perrie casándose y formando una familia, no todavía.

-Supongo. La gente ama los pecados.-

-Por qué no?- replicó.

-Dios se encarga luego de castigarlos.-

-Pero los castiga después de la vida, así que mientras tanto, preferible disfrutarlos antes que sufrirlos.-

-Señor Malik, usted suena como todo un pecador.- indicó Debbie, y por primera vez en lo que iba de la cena, Zayn sonrió.

Sonrió exactamente como la madre de Perrie lo había llamado, sonrió como un pecador, un pecador sin culpa.

• • •

-Adiós mamá.- besó su mejilla.

-Adiós Sra. Duffy.-

-Oh, ese es mi apellido de casada. Prefiero Debbie, ya se lo dije.-

-Bien. Adiós, Debbie.- besó su mano y la madre de Perrie abandonó el departamento, aún no complacida con el dejar a su hija y ese hombre solos nuevamente.