~Capítulo 19~ querida

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-Qué necesitaba?-

-Perrie, tomá asiento.- pidió Adam y ella asintió, haciendo lo que decía.

-Decime.-

-Cómo va tu investigación?-

-Perfectamente.- contestó, cruzándose de brazos. Su escote resaltó y los ojos de su jefe se dirigieron a él. Perrie carraspeó -Era sólo eso?-

-No, ya veremos sobre esos artículos a la hora de que los presentes. Pero lo que quería decirte es que necesito que hagas un trabajo especial.-

-Cómo antes de..?-

-Cómo hacías antes.- asintió -Necesito que vayas a una fiesta. La organiza Malcom Mayer. Tiene unos cuarenta años, acaba de salir de la cárcel tras diez años.-

-Malcom Mayer..- pronunció Perrie -El asesino de la seda?-

-El mismo.-

-Pero le habían dado veinticinco años.-

-Lo soltaron ayer, pusieron mucha plata.-

-Salió ayer y  ya organizó una fiesta?-

-Sí. Y necesito que vayas y saques información.-

-Sobre qué? Es un claro ejemplo más de corrupción.. Por supuesto que voy a hacer una nota sobre eso para exponerlo, pero qué querés que saque?-

-A la fiesta van a ir sus nuevos socios, los Fayland..- dijo Adam, y a Perrie se le erizaron los vellos al escucharlo.

-Adam..-

-Vamos, tenes que sacar información de ellos, es muy valioso.-

Perrie lo sabía. Por su experiencia, debería haber aprendido a abstenerse, pero ella era obstinada y no pensaba dejarse meter miedo.

-De acuerdo.-

-Si querés conseguirlo, ya sabes qué debes usar.- le recordó -Costoso y caliente.-

Ella asintió.

• • •

El vestido se ajustaba a su figura ensañado cada pequeña valiosa curva. El escote era abierto, sus senos resaltaban y enseñaba el nacimiento de estos. Su color carmesí iba perfecto con el labial que había usado para su boca. El vestido era corto y terminaba justo debajo de su trasero, no daba lugar a utilizar nada más que la delgada tanga roja que llevaba, y las ligas que había puesto con el propósito de hacerse notar y ayudarla en su objetivo. Y lo infaltable para todo su atuendo eran ese par de estiletos rojos que ella tanto apreciaba.
Definitivamente esa noche estaba encarnando la seducción misma.

Llegar a la elegante mansión donde se llevaba acabo la fiesta, le llevó su tiempo. Hizo al taxi parar unas dos cuadras antes para caminar el resto hasta el gran área verde y de enrejado fino, y aparentar salir de uno de los lujosos autos que rodeaban el lugar.
Para entrar no tuvo mucho que hacer, simplemente dar el nombre que le habían dado que con seguridad esa noche no podría asistir a la fiesta.

Pasó con audacia y no hubo hombre que no se diera vuelta para admirarla. Y era de entenderse; una mujer menuda y con tacos que resaltaban sus piernas a más no poder, un vestido que no dejaba mucho para la imaginación si bien no era para nada vulgar, y el impecable cabello, dorado - tal cual lucía su piel a la luz del sol -; no podía pasar desapercibida.

Durante toda la noche Perrie se la pasó hablando con muchos hombres, mordiéndose la lengua para soportar las indiscriminadas mirada y cuando se pasaban con las manos; pero para más allá de la media noche, ya tenía suficiente información.
Iba a exponer a ese asesino millonario e iba a volver a enfrentarse a esa mafia que tanto le había hecho a ella.

This Don't Have To Be Over ~ Zerrie  |mature| (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora