~Capítulo 62~ pérdida

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-No.- susurró, con las mejillas mojadas. -No.-

-Es un varón?- preguntó, él también con los ojos incendiados.

Perrie no lo sabía. No sabía qué era su hijo, aún era demasiado temprano para tener ese conocimiento. Pero sabiendo el historial de Mayer, respondió.

-Sí, lo es.-

-Maldición!-

El arma seguía en la frente de la rubia y con el temblor de su mano, el miedo le martillaba la espina dorsal.

-Es mi hijo.- nunca creyó suplicar, pero por su hijo lo haría. -Por favor.- las lágrimas eran reales.

Nunca había temido morir, pero jamás había tenido las ganas de vivir que su hijo le daba. Quería conocerlo, quería besarlo y verlo crecer. Quería que él naciera y tenerlo para ella. No quería morir. No quería perder a su hijo.

Sintió un aguijonazo en su útero y entonces la sangre caliente correr y mancharle el pantalón.
Miró horrorizada su mano manchada de carmín y lloró aún más, horrorizada y llena de miedo.

-Voy a perderlo.- susurró, más para sí que otra cosa. Pero Mayer lo escuchó y algo en él volvió a trastocarse. Retiró el arma y la miró fijamente.

-Tu hijo.- habló frío y neutro.

Perrie no contestó. Estaba aterrada con la sangre que le manchaba el pantalón. No podía dejar de verla. Fría y asustada. Se sentía fatal.

Sin saber cómo ni por qué, Malcom Mayer ya no estaba. Sola y asustada, aún con la mancha de sangre ahí, Caitlin la encontró.

-Pezz.- corrió hacia ella muerta de miedo -Perrie! Oh Dios mío qué ocurrió?-

-Llevame a un hospital. Por favor.- pidió ronca, asustada.

• • •

-Señorita Edwards, necesito que se tranquilice.-

-Necesito que me diga que está bien.-

El médico de emergencias le hizo la ecografía, para encontrar que el pequeño aún seguía ahí. La pérdida no lo había alcanzado y gracias al cielo que estaba donde debía.
Los latidos aún no podían escucharse porque era muy pequeño, pero sí se vislumbraban en la imagen y verlo en vivo y en directo había sido lo que realmente necesitaba.
El médico había logrado tranquilizarla y dejarla tranquila. Y pronto también le había permitido volver a su casa. El problema era que no podía decirle a su hermana que estaba embarazada ni todo lo que había pasado. La denuncia ya estaba hecha, pero confesar su secreto...

Había logrado ocultarlo. Explicó lo sucedido sin mencionar su embarazo, y a duras penas pudo engañar.

-Cariño.- Joanna se sentó al borde de la cama -Estás mejor?-

-Sí. Gracias.- sonrió, tomando el té entre sus manos.

-Cariño.. he notado varias cosas, señales que inevitablemente me hacen pensar en algo..- suspiró -Caitlin es mi única hija, pero tengo muchos hermanos menores, vi todos los embarazos de mi madre.. Pezz, estás embarazada?- preguntó, con el tono cálido que siempre habituaba.

-Joanna, yo..-

-Podés confiar en mí, no voy a contarle a tu padre. Sabes que..-

-Sí.- soltó, con la necesidad de confesarlo, Joanna ya lo sabía -Sí.- susurró nuevamente con la cabeza baja.

-Pezz..-

-Por favor, no lo digas. Solo necesito tiempo para decírselo a mi papá y a los demás.-

-Cariño, no te preocupes.- la contuvo en un abrazo. -Vamos a apoyarte, sí? Jamás lo dudes. Sé que sos ya toda una mujer grande, pero si nos necesitas, acá vamos a estar.- sonrió cálida y tras una caricia abandonó el cuarto.

El teléfono la hizo sobresaltarse y le sorprendió oír la voz de Leo.

-Hey, preciosa, cómo estás?-

-Mejor. Gracias por preguntar.-

-Me asusté cuando me enteré de lo sucedido. Por eso quería asegurarme que estuvieras bien.-

-Lo estoy.- sonrió tenuemente ante el cariño que le emanaba su amigo a través del celular.

-Si seguís con vida, no creo que vuelva. Los Fayland.. Peter está preso, lo agarraron con las manos en la masa. No falta mucho para que salga con la ayuda del dinero, pero con esto quizá tarden un poco más en volver al ruedo.- informó ahogando a la rubia en alivio.

• • •

-Pezz, ya me voy!- escuchó el grito de su hermana y cómo la puerta se cerraba con su salida.

Otra vez sola. La casa vacía. Sabía que no debía temer nada, Malcom Mayer no iba a hacerle nada, no podía. Y los Fayland no iban a molestarla, al menos no todavía.. eso esperaba.

La sed le ganó y la hizo abandonar su computadora para dirigirse a la cocina. Y definitivamente se le pusieron los pelos de punta cuando la puerta sonó.

<<No es nada. Tranquila. Solo un vecino, buscando azúcar o un saquito de té.>>

Cinco pasos y estuvo con la mano en el picaporte. Tomó aire y puso la mejor cara que pudo. Sin embargo, en cuanto tuvo la puerta abierta y el hombre alto frente a ella, la tenue sonrisa se desvaneció.
El aire abandonó sus pulmones y por unos segundos sintió no saber qué hacer. Pero debía afrontarlo.

-Zayn..-

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Hola!!! Sé que este capítulo no es el mejor, pero el próximo prometo que lo es. En un rato embarco y voy a estar 4 días sin internet, así que no sé cómo haga para subir el siguiente capítulo..

Espero que igual les haya gustado.

Muchísimas gracias por todos sus votos y comentarios!! Saben que me hacen muy feliz y me encantaría que no dejaran de hacerlo.
También gracias a los que me han estado votando en los Zerrie Awards, significa mucho para mí.

Love ya all

Good Day

~Foreveryoung:)

This Don't Have To Be Over ~ Zerrie  |mature| (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora