-Hey, y esa cara?-
-Qué cara?-
-Tu cara de "me encantó lo que pasó pero está mal"- comentó Eleanor mientras jugaba con un sorbete y su frapuccino.
-Ni que tuviera un cartel.-
-Con quién te acostaste?-
-Con nadie.-
-Entonces.. Nadie te hizo una marca del tamaño de Alaska en el cuello. Buen trabajo, Nadie.-
-Eleanor..-
-Oh vamos. Además tenes esa cara.. Es la misma cara con la que aparecía yo en la Universidad cuando había pasado la noche con Louis.-
-Vos amabas a Louis. Esto.. es distinto.- terminó admitiendo Perrie.
-Yo amo a Louis, pero no siempre fue así, dormí muchas veces con él antes de poder afirmar que lo amaba. Además, sabes perfectamente que yo no podía estar con él.-
Perrie recordó su época universitaria. Eleanor y ella estaban en el mismo dormitorio junto a otra joven llamada Marlie Wolvenhood. Durante el primer año, habían conocido a mucha gente, y hecho varios amigos, entre ellos, Louis. Él había ido rápidamente tras la castaña, totalmente atraído por ella. Pero Eleanor había empezado durante el verano previo a la universidad, un romance con un aspirante a músico profundamente religioso. Éste a pesar de Eleanor no ser virgen, quería esperar para tener relaciones hasta que estuvieran casados, asistía a la iglesia y se la pasaba dedicándole canciones melosas a la futura periodista. La verdad es que ella lo quería, y los padres de ella también lo hacían. Pero ella era aún una adolescente, con apenas diecinueve años era obvio que se sentiría atraída por hombres y desearía hacer cosas no tan puritanas. Por eso Perrie no se extrañó la primer noche que Eleanor no se apareció en el dormitorio. Eso se repitió varias veces; o ella llegaba a altas horas de la madrugada, yendo directo al baño, o ni siquiera pasaba ahí la noche. Finalmente, terminó confesándole a sus amigas que estaba durmiendo con Louis, y si bien se la veía radiante, se podía hallar en sus ojos la culpa por traicionar al novio que puntualmente Perrie no soportaba. Luego de llevar eso durante un año, Eleanor terminó logrando acabar su relación, si bien el sensible músico se había puesto algo pesado. No tardaron mucho en todos enterarse que Louis y ella ahora eran una pareja oficial, y el resto era historia.
-De acuerdo, es verdad.- aceptó Perrie mientras volvía del mundo de los recuerdos. -Pero yo no voy a terminar amando a este hombre. Es algo imposible.-
-Nada es imposible.- le recordó Eleanor mientras daba un sorbo a su bebida. -Mi padre decía que era imposible que mi relación con Louis llegara a algo, que él sólo quería meterse en mis bragas. Y que debía quedarme con Curt.- suspiró -Y ya ves, nos casamos y ahora tanto mi madre como mi padre ansían conocer a su nueva nieta.- sonrió mientras acariciaba su estómago. -No sé cuántas veces debo recordarte que te conozco Perrie. No sé con quién te acostaste, quizás fue con un viejo, o quizás era un pendejo. Quizás tuviera hijos o no, quizás era casado o en pareja. Quizás hasta incluso lo conozco. Pero sea lo que sea que te hizo pasarla bien pero ahora pone una mueca de algo similar al remordimiento si bien no llega a serlo, no creo que debería hacerlo. Es hora de que hagas cosas que estén mal, que a vos te de disfrute. No importa quién sea el tipo, mientras a vos te haga pasar los mejores ratos.- suspiró y dio un último sorbo a su frappe. -La última vez que hiciste algo divertido y loco, tenías dieciocho años. Hace una década que no salís del estudio o el trabajo y tenes sólo relaciones sosas, donde das más vos que el otro.-
-Qué te hace pensar que éste hombre pueda darme eso que tanto insisten vos y mi madre?-
Eleanor dejó escapar una sonrisa.
-Me lo dicen tus pupilas dilatadas cuando hablo de él y lo que tanto necesitas.-
-Fue sexo de una noche. Y ni siquiera debería haber pasado.- aunque bien sabía que no había sido sólo una noche, y que tampoco podían dejar de reproducirse las escenas pasionales que se habían sucedido, ni el toque las manos de un hombre por el que realmente temía terminar cayendo, porque sabía que lo que él provocaba en ella no podía de ninguna forma terminar bien. No para ella.
• • •
-No olvides qué mañana es la presentación.- le recordó Eleanor a Perrie mientras ella bajaba del auto de sus amigos, en la entrada de su edificio.
-No, tranquila. Para las seis estoy en su casa.- Perrie cerró la puerta del Volkswagen Golf y luego de un saludo con la mano, entró al edificio.
Ya en su departamento se quitó los zapatos de tacón y prefirió cambiar su vestimenta por su cómodo y simple pijama. Disfrutó zambullirse entre las sábanas y colchas de su cama, mientras enganchaba el comienzo de una película y la pizza precalentada que había preparado ya estaba lista y en un plato entre sus piernas. Era bueno un día poder relajarse un poco y dejar el trabajo fuera de su casa, aunque al otro día debiera volver a hacerlo.
Su bolso estaba a un lado, y cuando metió la mano en él para sacar la barra de chocolate que Louis le había llevado a media mañana - Eleanor había recibido doble ración - lo que consiguió tomar entre sus dedos era un papel, y cuando lo pudo admirar, notó que era un trozo rasgado, con una letra mezcla entre imprenta y manuscrita y unos cuantos números en birome negra, claramente de hombre. Ese papel llevaba un mes en su bolso, y definitivamente la remontaron a los sucesos de la noche anterior. Desde las escenas apasionadas y placenteras, hasta el momento en que ella registraba su teléfono entre los contactos de ese hombre casado y luego abandonaba la habitación, el motel, y por sobre todas las cosas, lo abandonaba a él. Pero algo quería que marcase ese número, todos esos dígitos eran una tentación. Una tentación en la que no iba a caer.------------------------------------------------------------------------------------------
Cap 13! Sé que me quedó medio fofo, pero el próximo será mejor.
Espero que igual les haya gustado.
Muchas gracias por leer, votar y en especial por comentar, saben cuánto adoro leer sus comentarios.
Good Night
~Foreveryoung:)
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This Don't Have To Be Over ~ Zerrie |mature| (Terminada)
Hayran KurguSu primer encuentro, fue ilegal, al menos ante los ojos de la ley. Ambos pensaron que había sido sólo un error para olvidar. Pero el destino los volvió a encontrar, y ésta vez quizás ya no lo pudiesen olvidar. Ella sólo buscaba la verdad, y él sól...