~Capítulo 22~ mi pequeño secreto

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Cuando Perrie despertó, estaba desnuda y con el pelo desparramado sobre la almohada blanca. A su lado, el hombre que tanto le atraía yacía casi tan desnudo como ella, dormido y dándole la espalda.

El pequeño reloj tecnológico que se hallaba sobre la moderna cómoda indicaba que eran las cuarto de la mañana.

Se levantó de la cama con liviandad y buscando no hacer ruido alguno. Tomó la camisa blanca que encontró a un costado y se metió en ella, dejando los primeros dos botones sin prender. Le quedaba previsiblemente grande, llegándole dos dedos más abajo del trasero; y optó por arremangarse las largas mangas. Caminó descalza fuera de la habitación mientras ataba su cabello con una goma que había encontrado junto al reloj. El departamento era muy moderno y realmente precioso si bien podía resultar algo frío. Pero a Perrie le parecía que iba muy con Zayn.
No pudo evitar quedarse de pie admirando los escasos y equilibrados cuadros que pendían sobre las blancas paredes. Tan perdida en ellos estaba que no notó lo presencia de Zayn detrás suyo.

-Te gustan?- preguntó él, haciéndola saltar en el lugar.

-Sí.- logró articular ella cuando el aire volvió a sus pulmones -Son muy elegantes y equilibrados, si bien no parece hecho a propósito.- Perrie notó que Zayn tenía puestos unos jogging grisáceos holgados que le caían desde la cadera. Le quedaba demasiado bien.

-No te equivocás.- contestó él de forma aprobatoria. -Son bastante nuevos, así como este departamento.-

-Es lindo.- se encogió de hombros. -A quién le compraste las pinturas?-

-No las compré. Las hice yo.-

-Vos?- Perrie se volteó a mirarlo, aún con los brazos cruzados -Pintás?-

-Mi pequeño secreto.-

-Tenes varios pequeños secretos.- contestó ella, algo irónica.

-Eso es lo que hace divertida a la vida, no? Lo que diferencia la vida de uno de la de los demás. Los pequeños secretos.- monologó y tomó el brazo de Perrie, obligándola a mirarlo -Vos sos mi pequeño secreto.-

La rubia no dijo palabra alguna pero lo miró con sus ojos azules penetrantes y brillosos, y  terminó en sus brazos siendo besada.

-Me gusta cómo te ves así.- gruñó en su cuello, rozando su nariz con su oreja y los mechones de cabello rubio que caían sobre ella. -Dan ganas de quitarte esto...- murmuró, ascendiendo con su mano por sus glúteos, levantando la camisa para acariciar su suave piel. -Y de besar esos preciosos muslos, sin límites.-

-Creí que no teníamos de esa clase de límites.-

-No los tenemos.- sonrió él y beso su cuello.

Su espalda baja chocó con la mesada y Zayn la subió a ella. Besó su boca y luego descendió, por su mandíbula, su cuello, la piel de su esternón y su estómago cuando había abierto la camisa. Su barba le rozó el muslo y su boca le besó la entrepierna.
Acarició el sexo en su plenitud con su lengua y sus labios. Perrie gimió y echó su cabeza hacia atrás. El calor de Zayn contrastaba con el frío de la mesada y su cuerpo tenía demasiadas sensaciones encontradas. Una de sus manos se afirmó en la mesa tan fuerte que los dedos se le pusieron blancos, y la otra se enterró en la nuca de Zayn.

-Mnhm..- gimió fuerte, sin poder contenerse.

Zayn quería hacerla perder la cabeza, y ella temía que así fuera.

-Ah..- los gemidos abandonaban su garganta como agua de río. -Zayn..-

-Más fuerte.- exigió él contra la húmeda y expuesta carne.

-Zayn!- gritó siento su garganta arder tras lo que él había hecho con su clítoris.

-No te vengas.- volvió a ordenar, sintiendo a Perrie cerca de su climax.

Dio unas lamidas hambrientas y con su mano se encargó de restregar el hinchado y entonces prominente manojo de nervios.

Perrie sentía que ya le era imposible contenerse del orgasmo, pero por alguna razón, no le quería desobedecer.

-Un poco más, dulcedo.- pidió y ella gimió aún más alto, llena por la boca y los dedos de Zayn.

-Ya no puedo.- gimió -Por favor.-

Los dedos de Zayn estaban empapados con la esencia de la rubia y por eso deslizó dos de ellos hasta llegar a lo más profundo de su gloria. Teniendo el anillo muscular bien lubricado, empujó uno de sus dedos.

-Relajate.- ordenó, sin dejar de estimular ávidamente su hinchado botoncito.

Perrie estaba tensa por el esfuerzo de no dejarse ir, pero hizo lo posible por hacer caso y el placer que sintió a medida que Zayn intruducía cada falange, con esfuerzo. Perrie no pudo evitar gemir ante la sensación.

-Oh.- volvió a gemir cuando él dedo dio marcha atrás y después de una lamida a sus pliegues,volvió a intruducirlo con más fuerza. Y entonces ya no pudo contenerlo más, y con un gemido casi gritado, Perrie se ahogó en un orgasmo abrasador. Se sintió tan realizada que dejó su cuerpo yacer sobre la fría mesada, aún disfrutando el placer que Zayn le seguía brindando con su boca.

-Oh deus.- murmuró sin aire, apretando el cabello oscuro que aún seguía entre sus piernas, tomando todo lo que ella le había dado. -Mnh..- tiró del cuero cabelludo y Zayn le dio un último beso a sus pliegues. Lo siguiente que besó fue su boca.

Tras el apasionado beso, casi sin palabra alguna ambos caminaron hasta la ducha y en ella dejaron el agua caliente pegarle en la piel.

-Me gustás tanto..- susurró él, acariciando el rostro de Perrie cubierto de gotas.

-No debería.- le recordó.

-Pero no puedo evitarlo.-

-Lo entiendo.- se acercó para besar rápido y suave sus labios.

-No debería, -repitió las palabras de Perrie- pero quiero que siempre seas, mi pequeño secreto.-

Lo quisieran o no, ambos acaban de hacerse una promesa que romperla, bastante les costaría.

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Al fin! Ya extrañaba actualizar esta fic.

Bueno, los últimos tres capítulos fueron de pura acción, así que espero que los hayan disfrutado.

Gracias por leer, votar y comentar

Good Day

~Foreveryoung:)

This Don't Have To Be Over ~ Zerrie  |mature| (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora