Prometo Recuperarte (Serie Prometo #1)

¿QUIERES CASARTE CONMIGO? 🔥

POV ADINA

-―¡Claro que me encantó! Sólo que últimamente las hormonas me han tenido sensible.

Sigo el camino de pétalos de rosas hasta llegar a la terraza. Llevó mis manos a la boca, al ver un pequeño picnic en medio de más pétalos, pero esta vez con forma de corazón, a sus alrededores hay velas, siento el corazón latir rápidamente y otra vez esa sensación extraña invade en él.

Será que por fin encontré paz...

O es sólo confusión...

Milo me toma por sorpresa por detrás, me sobresaltó y siento sus brazos alrededor, sujetando mi cintura.

―No seré un hombre romántico, pero por ti lobita, soy capaz de hasta bajarte las estrellas.

Sonrió, por aquellas palabras dulces salir de los labios del hombre que supo conquistar mi corazón roto. Tal vez la diosa luna, decidió darme otra oportunidad para amar, sólo con el hombre equivocado, pero agradezco que fuese así.

Me giró para quedar frente a Milo, en sus ojos está el mismo brillo cuando nos encontramos en aquella tienda de ropa.

―Gracias, Milo...―me mira confundido― Por amarme todo este tiempo y callar en silencio tus sentimientos sobre mí, nunca imaginé enamorarme del mejor amigo...

No deja que continúe, me toma de la nuca y me besa. Empuja mi cuerpo y entre besos, me acorrala entre la pared. Sus manos juegan con el cierre del vestido, deseando sentir sus manos ásperas sobre mi piel desnuda.

―Milo...―jadeó

Cierro los ojos y disfruto como va subiendo la tela del vestido hasta llegar a mis bragas

―Mierda―gruñe.

Mis manos no se quedan quietas y comienzo a desabrochar su camisa, mientras sus dedos rozan mi intimidad.

―Te deseo, Adina.

Amo oír esa frase salir de su boca.

―Hazlo, Milo―suplicó con los ojos cerrados, doy un brinco al sentir como frota su mano sobre las bragas.

Nuestras bocas se despegan y vuelven a tocarse. Y solo bastó con aquello para que el ambiente caliente se esfume

―Te haré mía, pero luego― dice con voz ronca.

Lo empujó. Él idiota piensa que me quedaré con las ganas, hay otras formas de saciar lo caliente que me dejó y que mejor utilizando el vibrador que me regaló, Adela.

Pasó por su lado, pero me toma del brazo impidiendo que me aleje.

―Ni lo pienses― advierte― ese juguete nunca estará adentró de ti, sólo mi pene puede brindarte orgasmos.

Junto mis cejas y lo miró enfadada. Llevó mi mano libre atrás del vestido y bajo la cremallera, el trazo de tela cae entre mis pies, quedando mis senos expuestos y en bragas frente a Milo.

―Si no quieres eso aquí― lo desafío―follame ¡Aquí y ahora!

Su mirada se oscurece, sin vergüenza retiró mis bragas quedando completamente desnuda ante él.

Giró los talones a la habitación meneando mis caderas para provocarlo, una sonrisa se dibujó sobre mis labios al sentir sus pasos detrás mío.

Al cruzar la puerta, me acorralada contra la pared y junta nuestros labios.

―Te follare tan duro, que mañana ni podrás pararte―susurra en mi oído, enrollo mis piernas en sus caderas.

Me sienta con delicadeza en el colchón, se pone de cuclillas para depositar un beso en mi vientre y luego les habla a los bebés.